En este momento de mi vida y después de varias experiencias identifico algunos desafíos para que sean exitosas. Cuando me refiero al éxito no digo que dependan de un tiempo límite sino de la calidad y de los aprendizajes de las vivencias poliamorosas.
Dichos desafíos no son una receta y depende mucho del pacto que hayan establecido quienes integran la relación:
1. Abrir una relación monogámica a una poliamorosa debe partir de la confianza, el amor y la solidez del proyecto de vida de la pareja.
2. Nunca integre a personas con enfoques monogámicos y hetero normativos.
3. Mantenga alejada a personas inmaduras, interesadas y simuladoras.
4. Evite a personas en el closet. Uno de los aspectos más importantes es poder construir una intimidad y un compromiso con libertad y la menor interferencia de los prejuicios sociales.
5. Busque el mayor equilibrio posible en la atención a las necesidades afectivas, materiales y espirituales de quienes integran la relación. Nunca haga sacrificios en detrimento de su propia felicidad y bienestar.
6. Sea transparente, construya relaciones de confianza en relación a la vida sexo-erótica y considere que cada cuerpo es diferente y que el erotismo no se centra únicamente en los genitales y la penetración.
7. Construya una intimidad basada en el diálogo y la confianza y libre de coacción y de estereotipos de género.
8. Considere enfrentar las miradas sospechosas y los prejuicios de amigos, familiares, instituciones e Iglesias.
9. Disuelva el vínculo con sinceridad y mitigando el dolor de los integrantes. Nadie está obligado a continuar en una relación no satisfactoria. Todas las personas deben tomar parte en ese proceso. Los descendientes, sobre todo si son menores, deben sufrir el mínimo impacto negativo posible.
10. Las diferencias de edad pueden dinamizar las relaciones pero hace compleja la negociación de intereses individuales y colectivos, así como la idealización del cuerpo deseable y del amor romántico.
11. Una relación poliamorosa no es un espacio de acogida ni de reeducación de personas con baja autoestima e inseguras, no tiene un sentido utilitario ni ganancial. Se construye bajo los afectos, el erotismo, el apego y un compromiso de un proyecto de vida juntos.
Santos Suárez, 23 de octubre de 2019
7. Construya una intimidad basada en el diálogo y la confianza y libre de coacción y de estereotipos de género.
8. Considere enfrentar las miradas sospechosas y los prejuicios de amigos, familiares, instituciones e Iglesias.
9. Disuelva el vínculo con sinceridad y mitigando el dolor de los integrantes. Nadie está obligado a continuar en una relación no satisfactoria. Todas las personas deben tomar parte en ese proceso. Los descendientes, sobre todo si son menores, deben sufrir el mínimo impacto negativo posible.
10. Las diferencias de edad pueden dinamizar las relaciones pero hace compleja la negociación de intereses individuales y colectivos, así como la idealización del cuerpo deseable y del amor romántico.
11. Una relación poliamorosa no es un espacio de acogida ni de reeducación de personas con baja autoestima e inseguras, no tiene un sentido utilitario ni ganancial. Se construye bajo los afectos, el erotismo, el apego y un compromiso de un proyecto de vida juntos.
Santos Suárez, 23 de octubre de 2019
Concuerdo contigo en que estas relaciones deben estar basadas en la confianza y además, yo agregaría que las relaciones poli-amorosas son además creadas en la base de la complicidad que existe en sus integrantes. es primordial que la confianza genere ese vínculo de complicidad en el que ambos puedan explorar sin necesariamente sentir que el otro es infiel.
ResponderEliminarPoliamor es un viejo nombre, con tintes de modernidad intelectual, para algo tan viejo como la promiscuidad. La razón de su "racionalización" estriba en que, convertido en un modo de vida, inhibe en el practicante algo tan comprometedor como concebir hijos con la pareja sexual del momento. Es ahí donde asoma la pata de la raposa maltusiana, que es en realidad la que está detrás de todo el cuento.
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