6/02/2011

Cuba contra la homofobia

Tomado de: Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos

Por Leonardo Bastida Aguilar

Este mayo Cuba se ha manifestado nuevamente contra la homofobia. En diversos puntos de la isla, paneles sobre educación sexual, derechos de las personas LGBT, despatologización de las identidades trans y prevención del VIH-Sida reavivaron el debate en la Universidad de La Habana y la Universidad de Oriente. Presentaciones de libros, como la antología de cuentos homoeróticos Instrucciones para cruzar el espejo, comparsas, festivales musicales y puestas en escena hicieron visibles las prácticas artísticas y culturales de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros cubanos.

Las actividades, celebradas principalmente en La Habana y Santiago, contaron con la participación de representantes del gobierno, como el Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Rolando Alfonso Borges; reconocidos personajes del ámbito artístico, entre ellos Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); e invitados extranjeros, como la Diputada alemana por el Partido de la Izquierda, Barbara Holl, y Wilfred Labiosa, dirigente de la organización estadounidense Boston Pride.

El marco que articuló estos eventos fue la IV Jornada Cubana contra la Homofobia, iniciativa educativa liderada por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), su directora Mariela Castro, y colectivos de la diversidad sexual, con el fin de combatir la homofobia y visibilizar la situación de las personas LGBT en la isla. Un punto alto de las celebraciones, recogido por medios internacionales, fue la Marcha Contra la Homofobia, realizada el 14 de mayo.

Alberto Roque, coordinador del grupo Hombres por la Diversidad del CENESEX, habló con el CLAM sobre estas actividades, la apertura del gobierno al tema de la diversidad sexual y las principales reivindicaciones de las organizaciones LGBT cubanas.

¿Cuál es la importancia de realizar jornadas contra la homofobia en Cuba?

La realización de la Jornada Cubana contra la Homofobia forma parte de una iniciativa educativa más amplia, que dura todo el año y es liderada por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), junto a otras instituciones y organizaciones, grupos en el exterior solidarios con la Revolución Cubana, así como la colaboración de organismos de las Naciones Unidas y de algunas representaciones diplomáticas radicadas en nuestro país.

Desde la primera conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia en Cuba, el 17 de mayo de 2007, con el cine debate del filme estadounidense “Boys don´t Cry”, decidimos enfocar nuestro trabajo educativo y de activismo social en señalar la homofobia como el problema y al mismo tiempo se visibiliza un sector de la sociedad discriminado y marginado, como lo son las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

Paulatinamente también hemos llamado la atención sobre los mecanismos que articulan transversalmente todas las discriminaciones, por lo que al reflexionar sobre la homofobia, se hace extensivo hacia la discriminación por género, color de la piel, origen geográfico, entre otras.

Notamos con satisfacción que las y los activistas y más recientemente en los medios de comunicación, se comienza a enfocar estas iniciativas desde el reconocimiento de los derechos sexuales como derechos humanos.

¿Qué tan simbólico es el hecho de que una compañía de hombres vestidos de mujer haya tenido un evento en el Teatro Karl Marx?

Más que simbólico, es el resultado concreto de la Estrategia Educativa por el Respeto a la Libre Orientación Sexual e Identidad de Género. Hemos logrado alianzas con diferentes decisores políticos y gubernamentales. En el contexto actual que vive la nación, el Partido Comunista de Cuba ha dado un espaldarazo público y claro a nuestro trabajo. Este apoyo lo tuvimos desde la primera jornada en 2008, pero el diálogo y el intercambio se han articulado de forma más expedita y sistemática.

Nuestros transformistas y también la actuación de mujeres transexuales y artistas profesionales ya habían ganado espacios en grandes escenarios, con un trabajo digno de encomio. Sin embargo, creo que lo más destacable fue la profesionalidad y la diversidad de todo el espectáculo.


¿Cómo fue posible para los miembros de la comunidad de la diversidad sexual cubana lograr que un gobierno que durante muchos años se dedicó a perseguirlos, hoy en día apoyé estas actividades?

La diversidad sexual involucra a todas y todos, incluyendo las personas heterosexuales. En Cuba, como en cualquier país de la región y también del mundo se persiguieron y excluyeron a las personas que expresaran identidades sexuales no heteronormativas.  Los años 60, 70 y hasta bien entrados los 80 del pasado siglo, estuvieron matizados por la patologización de la homosexualidad.

En Cuba se cometieron injusticias y se institucionalizó la homofobia durante esos años. Ese es un pesado fardo histórico que llevamos y que siempre nos los recuerdan con una deliberada y discriminatoria selectividad política,  sin embargo no se cometieron asesinatos de homosexuales por el estado ni por grupos paramilitares. Lamentablemente esa continúa siendo la triste realidad de otros países de la región en nuestros tiempos.

Nuestro pueblo y nuestros gobernantes, procedentes de ese mismo pueblo, hemos modificando favorablemente nuestra percepción sobre las también llamadas sexualidades marginales. Considero que han contribuido la  despenalización total de la homosexualidad desde 1997, la creciente – pero insuficiente aún- educación sexual de las cubanas y cubanos, la despatologización de la homosexualidad, la dinámica asimilación de los cambios culturales por el pueblo cubano, la incidencia política y las iniciativas educativas desde el Centro Nacional de Educación Sexual, liderada por Mariela Castro, además del encomiable trabajo del Centro de Prevención de la ITS VIH Sida hacia la población de hombres que tienen sexo con hombres desde el año 2000.

Sin dudas las Jornadas han dado la oportunidad de visualizar nacientes liderazgos de las y los activistas involucrados en la lucha por el reconocimiento de los derechos LGBT, muchos de ellos son personas heterosexuales conscientes de la injusticia que implica las relaciones hegemónicas y de poder entre los seres humanos.

¿Qué tanta homofobia pervive en la Cuba actual?

La homofobia en Cuba es proporcional a la pobre erosión del poder patriarcal. Percibo mucha violencia verbal, también se expresa mediante violencia física, aunque no son estadísticamente preocupantes los crímenes de odio basados en orientación sexual e identidad de género.

Aun convivimos con la negación de derechos en la esfera laboral, en los cuerpos armados, en el no reconocimiento de las trans identidades y sobre todo con el silencio, que es en mi opinión el más difícil de desarticular. Ese silencio hace también cómplice a las víctimas de la homofobia.

¿Hacia dónde van las demandas de los colectivos lgbttti en Cuba?

En el momento actual abogamos por el reconocimiento de las uniones legales entre personas del mismo sexo, por la no patologización de la transexualidad y por la aprobación del Decreto Ley sobre Identidad de género.

En la esfera educativa buscamos fortalecer el diálogo con el Ministerio de Educación, la formación de policías y juristas como educadores en diversidad sexual, la formación de jóvenes universitarios, así como fortalecer la formación
de activistas con enfoque de derechos humanos.

¿Qué tan factible podría ser para el colectivo pedir uniones entre personas del mismo sexo?

Pedir las uniones entre personas del mismo sexo absolutamente factible, el reto consiste en que sea  debatido y aprobado por el Parlamento cubano. El reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo está enmarcado en las modificaciones del Código de Familia, ley civil que regula las relaciones hacia el interior de la familia. 

Para nosotros este sería un derecho humano que debe ser reconocido por nuestro estado, es decir, no  requiere ser plebiscitado. Lo anterior no implica que detengamos nuestras iniciativas educativas, que se mantendrán, aun cuando logremos los cambios legislativos por los que abogamos.


Por lo que entiendo, estas jornadas se realizan en diversas ciudades de Cuba, ¿Qué tan importante es llevar estas jornadas a todo el país?

Consideramos que es importante sumar las iniciativas en todas las provincias posibles, puesto que el objeto social del CENESEX es de alcance nacional. Así lo entiende el Programa Nacional de Educación Sexual. Desde el año pasado hemos comenzado a celebrar las actividades centrales en las capitales de provincia, específicamente cada 17 de mayo.


Además de eventos públicos, ¿Qué otras actividades se llevan a cabo, se da información sobre el tema?

Se realizan conferencias sobre diversidad sexual, estigma y discriminación, paneles sobre el reflejo de los temas de la sexualidad en los medios de comunicación, sobre las bases de la Teoría Queer, etc...

El cine club Diferente ha devenido un espacio permanente cada mes, desde la celebración de la Primera Jornada Cubana contra la Homofobia.  Las artes plásticas también se  han sumado a las Jornadas con exposiciones fotográficas y de pinturas donde se aborda la temática de la diversidad sexual.

Se realizan acciones de prevención de las ITS-Sida y se lanzan campañas de prevención relacionadas con el tema, entre otras.

 

Matrimonio, Familia y Educación Sexual en Cuba: ¿Y los Otros Modelos?



Por Alberto Roque Guerra
¡Oh, sorpresa! En mi revisión matutina de las noticias del día me encuentro con dos artículos publicados en los diarios más importantes de nuestro país.
En Juventud Rebelde, diario de la Juventud Cubana, aparece el artículo de opinión Educación sexual, ¿asunto familiar?. Confieso que al leer el titular pensé: que bien, ha puesto el dedo en la llaga. Al sumergirme en la lectura noto que su autor, el profesor y pedagogo, Diego de Jesús Alamino, adopta un enfoque acrítico respecto a la educación sexual hacia el interior de la familia cubana, donde hablar de sexualidad continúa siendo un tabú y los padres no cuentan con las herramientas necesarias para brindar información sobre sexualidad basada en los conocimientos científicos. Lamentablemente lo –mal- aprendido sobre sexualidad  en nuestras familias sigue impregnado de estereotipos machistas y patriarcales que debemos a nuestra milenaria herencia cultural y religiosa judeo-cristiana y africana.
En la familia cubana contemporánea se niega el derecho de las niñas y niños, como sujetos de derecho, a ser educados  en los temas de la sexualidad con enfoque de género y con pleno respeto a la diversidad. Se ignora sobre la capacidad progresiva de aprendizaje de las y los infantes sobre sexualidad. En consecuencia se perpetúan las acciones autoritarias y normalizadoras de los padres al definir desde sus prejuicios y su poder lo que sus hijas e hijos deben o no saber sobre sexualidad, como si la rica y diversa realidad circundante no tuviera influencia alguna sobre la personalidad de cada ser humano.
El artículo tampoco profundiza en el papel de la educación escolar y sobre las resistencias que nuestro sistema educativo impone a la aplicación del Programa Nacional de Educación Sexual en todos los niveles de enseñanza de forma transversal, con enfoque de género, basado en los principios de igualdad y no discriminación y más allá de los contenidos biologicistas y positivistas que predominan en la actualidad.
Me alarma leer en
pleno siglo XXI que el autor diga sin ambages que debe respetarse el “valor” de la virginidad para algunas familias cubanas. Esa es simplemente una muestra del pensamiento medieval que perdura en nuestro imaginario y que se acuña como valor. El control del cuerpo de las mujeres y de las sexualidades todas no será jamás un valor mientras se basen en la desigualdad y el estigma entre los seres humanos. No debemos confundir privilegios con derechos.
Preocupa así mismo que el profesor Diego De Jesús, mezcle el tema de la educación sexual con el matrimonio
al mencionar el artículo de la nuestra Constitución donde se establece como “la unión entre hombre y mujer”. Es una pena que no sea más explícito, pero puedo leer entre líneas y noto que dentro de sus valores personalísimos solamente tiene cabida y legitimidad la educación sexual en el contexto de las familias heteroparentales reconocidas legalmente por el Estado y algunas Iglesias. Esa realidad se subvierte ante nuestras narices con otros modelos de familias también válidos: monoparentales, homoparentales y muchas otras variantes, ejemplo: cuando educa un tío, un amigo, uno o dos abuelos sin contar las uniones consensuales (no legalmente registradas) en muchas de sus variantes.
Si esta es la lógica que sigue una aparente mayoría desde el control social, se viola entonces el artículo constitucional que proclama que las cubanas y cubanos nacemos con derechos, somos iguales y no podemos ser discriminados por ningún motivo. Me atrevo a decir que en este aspecto, nuestra Constitución no es representativa de grupo de cubanas y cubanos bastante numeroso y debe, por lo tanto, se modificada.
Sin dudas, este artículo tiene vasos comunicantes intencionales y muy nítidos con  este otro:
Matrimonio: Protección Jurídica, publicado también hoy en Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.Para avalar el contenido de su artículo,  Ricardo Alonso Venereo cita  a la doctora Olga Mesa Castillo, presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, quien en su charla con el autor,se refirió a la garantía de los derechos económicos y patrimoniales bajo el matrimonio  así como a las potencialidades de desprotección de la prole y del derecho a la biparentalidad por las características de “liberalidad” de las uniones consensuales.
Con el mayor respeto y admiración que profeso por la Dra. Mesa, sin dudas una institución en Cuba sobre Derecho de Familia, considero que su opinión explica claramente la única garantía que ofrece el matrimonio en Cuba: la patrimonial;  de hecho en ocasiones digo medio en serio, medio en broma, que esa institución con fuertes orígenes religiosos debiera llamarse Patrimonio. Sin dudas, lo anterior es cuestionable, puesto que para las parejas consensuales basta con testigos que muestren evidencias de una unión estable para dar curso  a la reclamación de los bienes patrimoniales adquiridos durante la relación de pareja. Si de protección de la descendencia se trata, la ley cubana es clara en la protección de los derechos de las niñas y niños,  independientemente que se trate de matrimonio, unión consensual u otro modelo de parentalidad o maternidad.
Contrasta el contenido del artículo con el silencio ante la creciente necesidad de legitimar legalmente otros modelos de familia, dentro de ellas las fundadas por parejas del mismo sexo, tema también tratado en la  IV Conferencia Internacional de Derecho de Familia, celebrado el pasado abril en La Habana y donde la propia Dra. Mesa abogaba por la discusión y aprobación de las modificaciones del Código de Familia.
Alonso Venereo también exorciza otros de sus fantasmas al referirse al  incremento en un 4.6% del índice de uniones consensuales en Cuba. El autor, va más lejos y concluye con el siguiente párrafo:
Es necesario detener la crisis actual del matrimonio en nuestro país. Hay que educar en la importancia y el sentido de esta unión legal para que las parejas se casen, aun cuando la tendencia universal vaya en sentido contrario. La familia basada en el matrimonio ofrece seguridad, fortaleza y unión. (El destaque es mío)
El autor mira nuevamente a la punta de las ramas al referirse a una supuesta crisis del matrimonio en Cuba y parece no advertir que la verdadera crisis es de valores en las relaciones humanas, hacia el interior de la familia y en la sociedad toda. ¿Cuál es la evidencia científica que avala su afirmación? ¿Cuál es su referente en Cuba de que otros modelos de familia no son válidos o legítimos? Su discurso me recuerda a las posiciones  adoptadas por la falange franquista - católica del Partido Popular cuando se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en España.

No me sorprende que no mencione en ningún momento la palabra amor, quizás por manida o cursi, pero tan necesaria en estos tiempos. También agregaría yo: comprensión, comunicación, empatía, igualdad, respeto, solidaridad y cultura de paz. Sin estos valores jamás habrá seguridad, fortaleza ni unión. Si se le llama matrimonio a las múltiples y legítimas familias basadas en estos principios, bienvenido sea, al igual que el resto de los modelos. (2/06/2011)
 

5/23/2011

Cuba: Una ley para todas las familias

 

Por Sara Más

 

La Habana, mayo (Especial de SEMlac).- Si finalmente se aprobara en Cuba una ley que legalizara las uniones entre personas del mismo sexo, aún pendiente de discusión en el parlamento, Luis Enrique Mederos estaría entre quienes no dudarían en beneficiarse con esa posibilidad.

 

“No es solo una aspiración para que se reconozcan como válidas las relaciones entre personas homosexuales, es también una necesidad para garantizar su protección patrimonial”, aseguró a SEMlac este diseñador gráfico de 42 años, residente en la capital cubana.

 

Legalizar una relación que ya remonta unos 10 años sería la única posibilidad que tendrían Mederos y su pareja para que uno de los dos pudiera heredar y disponer, en caso necesario, de los bienes materiales que han ido creando juntos en años de trabajo y convivencia.

 

“Sería también una forma de ayudar a la aceptación en las familias y la sociedad”, agrega Mederos, para quien ese reconocimiento legal funcionaría  también, de algún modo, como un amparo social.

 

Aunque no está escrito ni prohibido en ninguna parte, él ha vivido la experiencia, por ejemplo, de que su pareja no fuera bien recibida en el hospital, alguna vez, cuando debió estar internado. “No me lo dijeron directamente, pero me sugirieron que fuera a cuidarme alguien de mi familia, ¿es que acaso mi pareja no es la familia que elegí?, ¿quién mejor para cuidarme que la persona que vive conmigo?”, se pregunta.

 

Con criterios a favor y en contra, el tema del respeto a la diversidad sexual ha irrumpido con fuerza, una vez más, en las calles y conversaciones cotidianas por esta isla del Caribe, mientras se hace más visible la comunidad de gays, lesbianas, trans y bisexuales (LGTB), en medio de la Cuarta Jornada nacional contra la homofobia.

 

Con posturas encontradas y por ratos radicales, emergen argumentos como que las relaciones entre personas del mismo sexo pueden existir, pero no hay por qué estimularlas ni estarlas exhibiendo, si hasta hora “han permanecido existido en la intimidad y no han hecho falta en la calle”, como comentó a SEMlac un joven universitario.

 

Mientras en la isla caribeña este sigue siendo un tema en discusión y que encuentra no pocas resistencias, el 6 de mayo último fue reconocido en Brasil el derecho a la unión civil. Ese país se agregó a Colombia, Ecuador y Uruguay, entre las naciones latinoamericanas donde gays y lesbianas tienen derecho a la unión, así como a las iniciativas previas de Argentina y el Distrito Federal de México, que han reconocido el matrimonio homosexual.

 

Sin noticias concretas aún sobre el curso que llevará la propuesta legislativa en Cuba, especialistas y activistas de la comunidad de lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB) abogan no solo por divulgar más los pormenores de tales modificaciones, sino porque se entienda el valor humano que encierran.

 

“Los cambios propuestos al Código de Familia en Cuba no benefician solamente a grupos y personas específicas”, precisó durante una disertación, a mediados de abril, la jurista del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Zulendrys Kindelán. “No se trata entonces de promulgar una ley aparte para la comunidad LGTB, sino de un Código para todas las familias”, sostuvo.

 

Promovido por la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión de Juristas de Cuba, el proyecto de modificaciones ha contado con aportes de varias instituciones, incluidos centros de estudios de la Educación Superior, el Ministerio de Educación, el Centro Nacional de Educación Sexual, el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, el Centro de Estudios de la Mujer y las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia.

 

Más allá de las propuestas alusivas a la diversidad sexual, entre las nuevas modificaciones se atempera el lenguaje a las exigencias de la Convención de los Derechos del Niño, se erradica la alusión a “menores de edad” por las de niñas, niños y adolescentes, que indica mejor las diferencias en etapas de desarrollo.

 

Igualmente se amplía el contenido de la patria potestad y se incluyen nuevos tipos; se elimina la preferencia por la madre para otorgar la guarda y cuidado en los casos de divorcios.

 

Además, se establecen derechos de comunicación familiar de abuelos, abuelas y otros parientes y se introducen nuevos títulos, como la asistencia a madres o padres en circunstancias especiales, la asistencia a personas adultas mayores y discapacitadas.

 

La idea es actualizar un Código de Familia que fue promulgado en 1975 y, en su momento, fue uno de los más avanzados de la región. “Las modificaciones relativas a la diversidad sexual e identidad de género abarcan solo un tercio entre importantes cambios que se proponen”, precisó Kindelán.

 

En ese capítulo se ha incluido el reconocimiento legal a las uniones del mismo sexo y la referencia expresa de que la familia es el primer eslabón responsabilizado con garantizar el apoyo y protección a las personas LGTB, independientemente de su orientación sexual y su identidad de género, pues “es en la familia donde primero encuentran rechazo, en muchos casos, estas personas”, comentó la jurista

 

De aprobarse el código en esos términos, será ilícito o contrario de derecho el actuar de un padre que excluya de los aspectos familiares a su hijo,  “porque no le gusta” o “es diferente”.

 

“No es mi caso, pero todavía hay muchas personas que sufren el rechazo de padres, hermanos y otras personas de la familia”, aseguró Mederos, activista del grupo Hombres por la Diversidad (HxD), quien recordó el caso de un padre arrepentido que acudió a esa agrupación intentado establecer el paradero de un hijo gay, al que había expulsado hacía dos años de su casa.

 

El proyecto legal no plantea el matrimonio homosexual, pues la intención no es agredir los cánones jurídicos establecidos, como la constitución, que fija el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. En materia de derecho, ninguna otra norma legal debe contradecirle.

 

En este caso se propone considerar legales las uniones de personas del mismo sexo, lo que significaría que, al tener efecto legal, a sus integrantes les corresponden todos los derechos que tocan igualmente a las uniones matrimoniales o legales, incluidos los personales y patrimoniales.

 

“No es cuestión de capricho, sino de derechos”, opina Mederos, partidario además de que las leyes ayudan, pero no bastan. “No creo que el cambio y la aceptación a nivel social sean tan rápidos: además de la ley, se necesita tiempo, educar a las personas, convencerlas; llevará muchos años”, asegura.

 

El código de familia tampoco resuelve el tema del cambio de identidad de las personas transexuales, incluidos sus documentos registrales, aunque sí las favorece al plantear como principio el respecto a su felicidad, con la familia como espacio de protección y soporte.

 

En materia de adopción tampoco es específico, mientras socialmente se mantiene una práctica de asociar el beneficio de los niños con la heteronormatividad.

 

No incluye, por otra parte, alusiones a los servicios de reproducción asistida, que en Cuba se avienen a criterios estrictamente a casos relacionados con patologías clínicas.

 

De cualquier modo, las leyes protectoras son muy necesarias, pero no suficientes. “No se trata de imponer, sino de convencer. Aunque sea un camino largo, queremos llegar por convicciones, educar a la gente; y quienes legislan son parte de la población”, aseguró la directora del Cenesex, Mariela Castro, al comentar el asunto durante la celebración de las IV Jornada Cubana contra la Homofobia.

 

“Este tema no lo va a resolver el Código de Familia, pero sin duda va a trazar, si se aprueba, una pauta muy importante en la sociedad”, opina Mederos.

5/09/2011

¿Por qué una jornada cubana contra la homofobia?

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Una jornada contra la homofobia desarrolla en todo el país el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), para contribuir a la educación de toda la sociedad, con énfasis en la familia, en el respeto del derecho a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género, como ejercicio de la equidad y la justicia social.
En 1974 la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó de su Manual de Clasificación de Enfermedades Mentales a la homosexualidad y bisexualidad, y otras sociedades científicas en el mundo asumieron también esta concepción, finalmente aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17 de mayo de 1990. Por tal motivo se ha escogido esta fecha para conmemorar el Día Mundial contra la Homofobia.
En este contexto, el CENESEX, según consigna en su página web, con el apoyo de varias instituciones del Estado, del Gobierno y la sociedad civil, convocaron a la realización de un programa de actividades educativas y culturales dirigidas a sensibilizar a las personas en los aspectos relacionados con los estigmas y todo tipo de discriminación por orientación sexual e identidad de género.
El término homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra las personas homosexuales (lesbianas y gays). Estas ideas y sentimientos se hacen extensivos a las otras expresiones de la sexualidad humana diferentes a la heterosexualidad. En consecuencia se denomina bifobia cuando ocurren contra las personas bisexuales (orientación erótica hacia ambos sexos) y transfobia en el caso de las personas transgéneros (travestis y transexuales).
Las actitudes homofóbicas, bifóbicas y transfóbicas se expresan en un variado y amplio espectro de prácticas, que abarcan desde silenciar cualquier mención o referencia a la persona marcada, obstaculizar su libre desarrollo, ofenderla verbalmente y llega hasta la aplicación de la violencia física extrema.
En algunos países se considera un serio problema por los crímenes de odio que se cometen contra estas personas, y se correlacionan y complementan estrechamente con la xenofobia, el racismo y el fascismo.

Opiniones sobre la diversidad

Como expresó el profesor Wilfredo Mederos en el Panel Diversidad sexual sin discriminación, "la lucha por el respeto a la libre orientación no depende solo de aquellos que deciden asumir una orientación homosexual, depende de todos, de una manera u otra, todos en este mundo estamos implicados en ello, desde nuestra condición humana, la homofobia nos afecta a todos, no por igual, pero nos afecta, nos limita la vida, impide nuestro desarrollo profesional y humano y es responsabilidad de todos eliminarla. Cada cual tiene derecho a decidir su preferencia sexual sin que ello implique riesgo alguno para su felicidad ni para la felicidad de quienes lo rodean".
Otro participante en ese mismo Panel, Camilo García, llamó la atención sobre muchas otras expresiones de la homofobia que también hacen mucho daño y que en muchas ocasiones hacen sentir a la gente sin salida, contra las que tenemos que luchar todas y todos, en todo momento (y me incluyo a mí mismo, dijo, porque yo también nací y crecí en una familia y una sociedad machista, donde interiorizamos la homofobia como algo habitual).
Esas expresiones —dijo— son los casos de burla y choteo, en centros de estudio o trabajo; los chistes discriminatorios, en presentaciones supuestamente humorísticas que buscan la risa fácil; la exclusión de puestos de trabajo o de tareas estudiantiles y laborales, por el aquello de "¡¿cuál va a ser la imagen que van a tener de nuestra empresa?!"; las medidas arbitrarias contra personas por su forma de lucir, sus gestos, sus ropas o sus gustos, por estar situados en lugares supuestamente "sospechosos", por hacer cosas supuestamente "prohibidas" en regulaciones que no existen.
Y agregó: "Todas y todos tenemos que saber comportarnos, en todo momento. Heterosexuales, homosexuales, travestis¼ la educación, la responsabilidad y el respeto tienen que formar parte de nuestras vidas, para todas las personas por igual. Pero todas y todos también tenemos el derecho a expresar nuestra sexualidad, sin imposiciones de patrones hegemónicos que nos indiquen el "cómo" o el "cuánto". También tenemos que aprender a convivir con la forma de expresarse de las personas, siempre que no le falte el respeto a nadie, sin que necesariamente indiquen algo "inmoral" o un "mal comportamiento".
Esta IV Jornada Cubana contra la Homofobia, que concluirá el próximo día 17, hace énfasis en el elemento educativo con el objetivo de que el ejercicio pleno de los derechos sexuales de hombres y mujeres en sus diferentes contextos de actuación, sin exclusión por su orientación sexual o identidad de género, no se reduzca a un solo momento del año, sino que forme parte del ejercicio diario de la justicia social.
El CENESEX, que dirige la doctora Mariela Castro Espín, es una institución docente, investigativa y asistencial, en el área de la sexualidad humana, abierta a la búsqueda científica, al intercambio de experiencias y al diálogo de saberes. Su misión es gestionar la aplicación de la política cubana de educación sexual al coordinar la participación de entidades y organismos que se encargan de la comunicación social, el trabajo comunitario, la educación, la orientación y la terapia sexual para contribuir a que el ser humano viva su sexualidad de forma sana, plena, placentera y responsable, porque como dice el lema central de esta jornada: Diversidad es humanidad.

 

5/08/2011

Televisar la homosexualidad en Cuba

Televisar la homosexualidad en Cuba

Redacción IPS/Cuba

Es muy polémico el trato a la homosexualidad en la TV cubana. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 3 mayo — Aunque la televisión cubana se ha acercado un poco al tema de la homosexualidad, ausencias y tendencias negativas cuando se representan a personas que gustan del mismo sexo prevalecen en este popular medio de comunicación masiva en Cuba, según especialistas.

Convocados por la no gubernamental Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes), profesionales de la psicología, medicina y comunicación debatieron a finales de abril sobre “La sexualidad que miran nuestros medios” en la Casa del ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas), en la capital cubana.

Alberto Roque, médico y activista gay, opinó que en la mayoría de los espacios televisados donde aparecen personas homo se les victimiza. “Los vocablos homosexual-homosexualidad están  prácticamente vedados”, dijo el especialista, según un mensaje distribuido la víspera por el proyecto de Diversidad sexual del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

En cuanto al abordaje de este tema en programas sobre la realidad nacional, Roque detalló que se emplean eufemismos y se edulcoran los términos e imágenes para acercarse a la diversidad sexual. Las razones de este hecho radican en que son “lo oculto y lo marginal” dentro de la sexualidad, abundó.

Incluso, especificó, cuando se transmiten programas extranjeros se cortan fragmentos o eliminan capítulos donde aparecen lesbianas, gays, bi y transexuales, o expresiones eróticas desde estas orientaciones sexuales e identidades de género.

Los prejuicios en la televisión al respecto provocan incongruencias como los escasos mensajes de prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida) hacia hombres que tienen sexo con otros hombres, cuando son la población más afectada por la epidemia en la isla caribeña, dijo el también miembro del grupo de Hombres por la Diversidad (HxD).

“Impedir que la educación sexual llegue a los medios y se haga efectiva en todos los niveles de enseñanza es una negación de un derecho sexual como derecho humano”, enfatizó.

Para el psicólogo Manuel Calviño, conductor del programa televisivo Vale la pena, el tema de la homosexualidad simboliza “la manzana de la discordia” a la hora de definir entre reguladores, directivos, realizadores y otros profesionales de la televisión qué se debe y puede llevar a la pantalla chica, que llega a millones de familias cubanas.

En el panel participaron además la periodista y comunicadora Isabel Moya y un grupo de psicólogos integrado por Beatriz Torres Rodríguez, Patricia Arés y Raúl Fuillerat.

 

      Sección Diversidad Sexual
     Centro Nacional de Educación Sexual
            CENESEX    -    Cuba

 

Amores Diversos Piden Legitmidad

Redacción IPS Cuba

Panel con representantes de redes sociales a favor del respeto a la libre orientación sexual e identidad de género. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

HAVANA TIMES, 8 mayo — Mientras la bandera multicolor ondeaba entre las lunetas del cine La Rampa, en el corazón de la capital de Cuba, anécdotas personales sobre cómo construir un amor no tradicional se mezclaron con el reclamo de respeto hacia las sexualidades de todo tipo, en el panel “Amores diversos”, una de las actividades de la IV Jornada Cubana contra la Homofobia.

Moderadas por Raúl Regueiro, asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba, personas trans, lesbianas, gays, bi y heterosexuales contaron, al mediodía del sábado 7 de mayo, historias de vida y los retos que enfrentan quienes deciden amar más allá de la norma heterosexual o apoyan la libre orientación sexual desde su condición de hetero.

Para Yasmín S. Portales, mujer bisexual, construir el más pleno de los sentimientos de forma emancipadora implica alejarlo de la sumisión. Después se requieren espacios para “decirlo en voz alta”, es decir, con “legitimidad”, algo por lo que el activismo cubano debe seguir luchando, comentó la también feminista y bloguera.

Ema Ferrán, una lesbiana que comparte con su pareja el cuidado de su hijo, explicó cómo para defender su amor hacia otra mujer ante la sociedad, además de la construcción de una familia atípica, debió capacitarse para saber dar la respuesta correcta frente a los tradicionales actos homofóbicos y tener una presencia muy activa en la comunidad donde vive.

Por su parte, Beyonce, integrante del grupo HSH-Trans del gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), se refirió a lo importante de preservar y creer en el idilio del amor. Reconoció también que ese gran cariño puede encontrarse en una “familia de amigos”, como aquella de la que recibe tanto apoyo.

Asimismo, Camilo García de Hombres por la Diversidad (HxD) y Wilfredo Mederos profundizaron en aspectos poco abundados dentro de esta temática como el rechazo entre integrantes de la propia comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bi, trans e intersexuales) o cuánto afecta este fenómeno social la vida de las personas heterosexuales.

Conocido por sus allegados como Wilfre, este activista, basado en su propia experiencia, aseveró que la discriminación por orientación sexual y de género limita el desarrollo individual y profesional de los heterosexuales, ya que se les cuestiona sus ideas “diferentes” y liberales en ese sentido o relacionarse con personas LGBTI.

Además, las redes sociales del Cenesex enviaron una carta a la sociedad civil brasileña para felicitarla por la aprobación en este país suramericano del matrimonio entre personas del mismo sexo. En la misiva, leída por el activista cubano Alberto Roque, se abogó por concretar en “un breve plazo” iniciativas que reconozcan los derechos sexuales y reproductivos de estos sectores en la isla caribeña.

Las personas asistentes a la actividad acordaron dedicar la IV Jornada Cubana contra la Homofobia a la liberación de los cinco cubanos presos en los Estados Unidos, acusados de espionaje por Washington y calificados por Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, como “fieles hijos de Cuba y víctimas también de arbitrariedades.

La programación del sábado 7 culminó con la primera presentación de la gala cultural por la diversidad sexual que reunió a destacadas figuras del arte y del transformismo en Cuba, en el teatro Karl Marx, con 5.000 capacidades. “Esta revolución hace mucho más invencible si todos y todas estamos unidos”, dijo Margot, uno de los transformistas que condujo el espectáculo.

 

 

      Sección Diversidad Sexual
     Centro Nacional de Educación Sexual
            CENESEX    -    Cuba

 

3/27/2011

"Transexualidad, fin de la rígida visión entre los géneros", por Hombre por la Diversidad (HxD)

El Grupo Hombres por la Diversidad (HxD) volvió a encontrarse para profundizar en temas de interés para su capacitación, esta vez bajo el título “Transexualidad, fin de la rígida visión entre los géneros”. El Dr. Alberto Roque, coordinador del grupo y miembro de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales fue el encargado de brindar una conferencia y provocar el debate alrededor de esta temática.

Roque inició su presentación destacando el binarismo de género (hombre o mujer) que nos impone la sociedad y la asignación de estos roles, a partir de los genitales con los que nacemos y la construcción de los géneros que de ahí se produce. No pocas situaciones dolorosas provoca esta imposición que genera estigma y discriminación al encasillarnos en estereotipos que debemos seguir al pie de la letra.

Se analizó el papel que tuvo la religión en la regularización de este binarismo de género y en el conflicto que trajo a muchas personas, pues no existe una sola manera de expresar nuestra sexualidad. De hecho, se profundizó en aquellas comunidades aborígenes que en el mundo han sido menos rígidas a la hora de interpretar esta realidad y han venerado a las personas transgénero, algunas de las cuales han perdurado hasta la actualidad, como las “muxhes” del estado mexicano de Juchitán y las sacerdotisas de “doble alma” en Norteamérica.

La pregunta de “¿se nace o se hace transexual?” fue un punto importante de reflexión en la exposición, tomando en cuenta la construcción que se realiza de la feminidad y la masculinidad en nuestras sociedades, a partir de lo cual muchas personas transexuales conceden vital importancia a la necesidad de hacer congruente su cuerpo con el género preferido, a través de la cirugía o el tratamiento hormonal. Esto genera situaciones de sufrimiento a nivel personal, familiar y social de mucha trascendencia, que los convierten en un problema de salud que merece una adecuada atención y solución médica y psicológica.

Esta reflexión sirvió de base para rechazar aquellas interpretaciones que pretenden restarle importancia a esta situación, frente a otras cuestiones de salud que supuestamente tienen más trascendencia. Se enfatizó en que las cirugías de reasignación sexual no persiguen fines cosméticos, sino aliviar la angustia y el malestar que provoca la discriminación hacia estas personas. Igualmente, dio pie para analizar detalladamente la inclusión de la transexualidad en los manuales de enfermedades mentales en el mundo y la necesidad de su despatologización que, hasta el momento, sólo ha sido pedido por la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES) y la Asociación Profesional Mundial de Salud Transgénero (WPATH).

En congruencia con la sugestiva presentación, el debate posterior fue muy rico en cuestionamientos y análisis: desde la forma en que se adaptan las personas operadas a su nueva sexualidad, las posibles situaciones en que no se adaptan y quieren volver atrás, el sufrimiento familiar ante casos de esta naturaleza desde edades muy tempranas –motivados por la transfobia- y la calidad de vida de esas personas tras la cirugía, algo que movió más la discusión, a partir del carácter relativo de la felicidad y la adaptación a los cánones sociales que se nos pretende imponer.

Las preguntas también estimularon a especialistas presentes explicar la propuesta de Decreto Ley para permitir el cambio de identidad de las personas transexuales sin necesidad de recurrir a la cirugía y el trabajo que se realiza en función de la inserción social de estas personas, ante la situación de desventaja social que se genera por el estigma y la discriminación. (18/03/2011)