2/08/2009

Identidad gay y homofobia

(Palabras en el panel "Masculinidad y homofobia", durante la Primera Jornada Cubana contra la Homofobia, Pabellón Cuba, La Habana, 17 de mayo del 2008)
Resulta un privilegio y al mismo tiempo un reto hablar sobre homosexualidad masculina y homofobia. El privilegio, que tengo el gusto de compartir con ustedes, es precisamente el de contar con un espacio de reflexión y diálogo como este. El reto consiste en abarcar en su totalidad el problema de la homofobia ante las múltiples y diversas expresiones de la sexualidad humana. En consecuencia, intentaré realizar una aproximación a la homofobia basada en mi experiencia, en las ricas influencias de mi entorno social y en las útiles lecciones aprendidas en estos últimos 4 años de continuada colaboración con el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

La familia

La sociedad cubana actual continúa permeada de ideas y concepciones machistas y patriarcales, a pesar de los esfuerzos realizados por la Revolución por eliminar esta herencia cultural de casi 500 años. La familia, como núcleo fundamental de la sociedad, es el marco fundacional de estas relaciones de poder. Las personas homosexuales nacemos y crecemos, en la mayoría abrumadora de los casos, en el seno de una familia heteroparental, es decir, somos hijos de padres heterosexuales y crecemos por lo tanto bajo códigos heterosexistas y machistas.

La orientación erótica hacia personas del mismo sexo o hacia ambos sexos –permítanme hablar a nombre de los bisexuales- se forma paulatinamente a lo largo de la niñez y se consolida al final de la adolescencia. La dura tarea de ser “macho”, de la cual tampoco escapan los varones heterosexuales, conlleva a una alta carga de responsabilidad para los padres. La simple insinuación o muestra de que la homosexualidad o la bisexualidad será una de las maneras de expresar nuestra sexualidad se convierte en una tragedia para toda la familia. Ni ellos ni nosotros estamos ajenos a ese sufrimiento.

No somos homosexuales porque lo hemos elegido, ni es tampoco un comportamiento o una inclinación aprendida. Si todo fuera de esta manera, no fuéramos homosexuales, no existirían estos conflictos, y el CENESEX y el Centro de prevención del Sida probablemente se dedicarían a trabajar en otros temas. La marcada resistencia a comprender esta realidad deriva en la exclusión, la marginación y hasta el maltrato físico de los niños y adolescentes que comienzan a tener inclinaciones homosexuales, quienes crecen con una marcada culpa ante la ingenuidad para entender el motivo de estas acciones. La familia se fracciona y ha provocado la ocurrencia de suicidio de algunos miembros.

Bajo estas mismas condiciones se esgrimen hoy día todas las razones para impedir que las parejas homosexuales formemos una familia -en este caso homoparental-. Pero, ¿cual es el referente de la familia homoparental? Los estudios realizados en otras sociedades de occidente demuestran que las niñas y los niños que crecen bajo la tutela de padres del mismo sexo no presentan una mayor incidencia de trastornos psicológicos ni de problemas con el aprendizaje en comparación con las hijas e hijos de personas heterosexuales. El ejercicio de la paternidad, además de ser un derecho, no guarda relación alguna con la orientación sexual ni con la identidad de género.

El reconocimiento legal de las parejas homosexuales en nuestro país es también un asunto pendiente. Mientras perdure esta situación, seguirá siendo discriminatoria. Muchas personas de nuestra generación han adoptado el concubinato como forma de unión entre personas de diferentes sexos que es reconocida ante la ley con las mismas prerrogativas que el sacrosanto matrimonio. No me atrevo a decir que las personas homosexuales que disfrutamos de nuestras relaciones de pareja estables rechacen del todo la idea del matrimonio. Las parejas de hecho son, al menos en Cuba, la forma más viable por el momento, de lograr el reconocimiento legal de nuestras uniones. De aprobarse la nuevas y revolucionarias modificaciones del Código de Familia, se tendrán que realizar –cuando sea oportuno- los pertinentes cambios a nuestra Constitución. Si me lo permiten, deseo expresar que personalmente no pretendo acatar el modelo tradicional de familia heteroparental, solo quiero compartir mi vida , junto a otro hombre, con igualdad de derechos y en el respeto a cualquier otra forma de conformar familia que sea capaz de educar con valores humanos.

La familia es el objetivo fundamental a sensibilizar referente a los temas de la diversidad sexual. Las instituciones y los actores de la sociedad civil tendrán que continuar desarrollando un intenso trabajo educativo que permita revertir los prejuicios relacionados con la sexualidad. Nosotros, las personas homosexuales, también tenemos un papel crucial en este empeño, en la medida que seamos capaces de educar a todos los miembros de nuestras familias, con paciencia, mediante la persuasión, demostrando que somos seres humanos que no nos avergonzamos de nuestra orientación sexual y que valemos por las personas que somos.

La escuela

La escuela es el espacio canalizador de la homofobia, de hecho, la potencia a niveles insospechados en la medida que el niño “diferente” “no encaja” con el resto de sus compañeros. Estos niños, generalmente catalogados como “pajaritos” o “mariquitas”, por su gestualidad femenina, o por no participar en juegos violentos, son vejados y ridiculizados a la vista indiferente de sus maestros quienes a su vez no cuentan con las herramientas necesarias para tratar estos problemas. La educación en Cuba sigue reproduciendo e inculcando a los educandos profundos preceptos sexistas. Esto se expresa en la división del aula en varones y niñas para determinadas tareas, así como en una marcada definición de juegos apropiados para niñas y para niños.

La adolescencia es un periodo también complejo y extremadamente confuso. El varón adolescente que se sienta atraído por otros varones es también discriminado por su colectivo. En las escuelas donde se sorprenda a dos varones con relaciones afectivo-eróticas se les separa y se les traslada hacia otro centro, mientras que las relaciones entre personas de diferentes sexos son totalmente toleradas por ser consideradas “dentro de la norma”, aun cuando se expresen de forma inadecuada públicamente. Consideramos que la educación en asumir una sexualidad sana y responsable debe formar parte de los programas educativos en todos los niveles de enseñanza mediante la implementación del Programa Nacional de Educación Sexual.

Espacios e interacción macrosocial

Un aspecto casi unánime es el relacionado con los espacios para el esparcimiento y los llamados sitios de encuentro para personas homosexuales. A lo largo de décadas la Ciudad de la Habana ha contado con espacios públicos que abarcan socialmente a grupos de personas que comparten intereses comunes. La ausencia de sitios para el sano esparcimiento es un problema general que afecta a toda la población y en el que la autoridades deben pensar seriamente en la medida que mejoren las condiciones económicas del país. Opino que los espacios deben ser inclusivos y que permitan la coexistencia de personas de diferentes orientaciones sexuales. Debemos ser cuidadosos en que el reclamo de tener sitios de encuentro para personas únicamente homosexuales lleve a la aparición de especies de guetos y logremos con esto un mayor aislamiento social. De esta manera le estaríamos haciendo el juego a la homofobia.

Nos preocupa mucho la existencia de lugares donde la entrada es solo por parejas –hombre y mujer, por supuesto- o donde las administraciones se “reservan el derecho de admisión”. Estas regulaciones son arbitrarias y francamente discriminatorias. Pensemos en la posibilidad de crear sitios como el Mejunje en la ciudad de Santa Clara, donde coexisten en perfecta armonía la cultura, la diversidad humana y el esparcimiento.

Hacemos un llamado también a que se revise la manera en que las fuerzas del orden asedian a las personas homosexuales, únicamente por tener “apariencia gay” o por vestirse “raro”. Nuestro código penal no incluye la homosexualidad como figura delictiva y se hace necesario que todos conozcamos los derechos ciudadanos amparados por la Ley. El CENESEX cuenta con un departamento jurídico que tramita cualquier denuncia de las personas víctimas de esas arbitrariedades. Nuestros agentes del orden tienen que desarrollar su trabajo contra el delito y por mantener la tranquilidad ciudadana. Así mismo, los ciudadanos tenemos la obligación de cumplir lo establecido por la ley, independientemente de nuestra orientación sexual. Se requiere de una mejor educación e instrucción de la Policía en temas relacionados con la diversidad sexual.

Medios de Difusión

Los medios de difusión desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la homofobia. Esta Jornada es un buen ejemplo de lo que puede lograrse en este sentido. La realidad de las personas homosexuales en Cuba aun tienen un pálido reflejo en los medios. El acercamiento a nuestra espiritualidad se realiza desde una perspectiva eminentemente heteroxesista, en la que se silencia a la persona homosexual y se profundizan los estereotipos que se tienen sobre nosotros. No se pretende saturar a los televidentes respecto a este tema, ni de dar la idea de proselitismo sexual o de “homosexualizar” a la población. Los medios de comunicación deben trazarse estrategias inteligentes y dinámicas que eduquen y sensibilicen a la gente. También deben evaluarse la eliminación de una vez y por todas de los personajes humorísticos que se burlan del “diferente”. Esto nos llevaría a transmitir mensajes mucho más cercanos al respeto a la dignidad humana.

Homofobia Internalizada

Antes de concluir quisiera a hacer mención a la discriminación entre gays, lesbianas y transgéneros. Resulta lamentable y muy frecuente el uso de frases despectivas en boca de los gays contra las lesbianas y las personas transgéneros. El hecho de ser más visibles en la sociedad obedece al hecho biológico de nacer varones y de reproducir en cierta medida, los estereotipos machistas. Reflexionemos seriamente sobre este tema y busquemos dentro de nosotros cuanto podemos mejorar en este sentido. Sintámonos orgullosos de lo que somos, de nuestra orientación sexual y del ejercicio de una sexualidad digna y plena.

Siempre recuerdo lo que escribiera a comienzos del pasado siglo, Margarite Yourcenar, en su obra “Alexis o el Tratado del Inútil Combate” y que define muy bien la esencia de la homofobia:

(…) No se figuran que los actos que juzgan reprensibles puedan ser al mismo tiempo fáciles y espontáneos, como los son la mayoría de los actos humanos. Echan la culpa a los malos ejemplos, al contagio moral y sólo retroceden ante la dificultad de explicarlos. No saben que la naturaleza es más diversa de lo que suponemos: no quieren saberlo porque les es más fácil indignarse que pensar. (…)

Cambiemos eso mediante el diálogo paciente y seremos todos mejores seres humanos. Muchas gracias.

Cuba y la Noche: Una Sola Patria

Por: Alberto Roque Guerra
19 de diciembre del 2007

“Dos Patrias: Cuba y la Noche”, documental escrito, producido y dirigido por el alemán Christian Liffers, fue una de las obras presentadas durante la 29 edición del Festival de Nuevo Cine Latinoamericano, que trató el tema de la diversidad sexual en Cuba.

La pasada década de los 90 el séptimo arte tuvo un acercamiento especialmente notable a este tema. El filme de ficción “Fresa y Chocolate” (Tomás Gutiérrez Alea, 1993) así como los documentales “Y Hembra es el Alma Mía…” (Lisette Vila, 1994), “Gay Cuba” (Sonja de Vries, 1994) y “ Mariposas en el Andamio” ( Margaret Gilpin y Luis Felipe Bernaza, 1995) entre otros, iniciaron y potenciaron un debate público, aunque entonces tímido, sobre el reconocimiento y el respeto a la diversidad sexual en nuestro país. Obras recientes como “Suite Habana” (Fernando Pérez, 2003) y “Sexualidad, Un Derecho a la Vida” (Lisette Vila, 2004), abordaron con respeto y alto vuelo artístico el tema de las personas transgénero (transformistas, travestis y transexuales).

“Dos patrias…”, coproducción germano-cubana, deviene en retrato más fresco y en ocasiones novedoso de la compleja realidad de los hombres homosexuales y los transgéneros cubanos. El documental nos muestra el mundo interior o parte de las historias de vida de seis personas: un trabajador social, un escritor, un fotógrafo, un transformista, un ex bailarín y un transgénero que se autodefine como transexual.

De cada una de las historias Liffers extrae excelentes testimonios que impactan al espectador. Cada persona cuenta con profundidad y franqueza sus frustraciones, sueños y esperanzas. El documental muestra las diferentes expresiones de la homosexualidad masculina, aunque ignora por completo el también complejo y subterráneo mundo de las lesbianas y de los bisexuales.
Entre sus principales valores está el abordaje de la problemática homosexual en zonas suburbanas y rurales, la necesidad de espacios públicos para las personas homosexuales en perfecta armonía con los sitios tradicionalmente reconocidos para heterosexuales, la discriminación dentro de la propia familia, la marginalidad, así como la exclusión de la vida pública y de los escenarios sociales en épocas pasadas a estas personas y, como contrapartida, la situación cada vez más favorable en los últimos 10 años.

Resulta impactante y justa la historia del transformista seropositivo al VIH que reconoce la calidad de la atención médica totalmente gratuita a estas personas, así como su reclamo de crear sitios legales, que pudieran estar incluso regulados por el Estado, donde el transformismo tenga un lugar para la manifestación artística y de entretenimiento.

El acercamiento a la relación entre religión afrocubana y diversidad sexual es otra cuerda favorablemente pulsada por el director. El testimonio de un babalawo, que habla sobre la apertura de la religión yoruba a las personas con orientación sexual homosexual, es más que elocuente.

En el desarrollo del documental la música, interpretada por un trovador callejero, conduce y articula eficazmente cada uno de los testimonios.

Sin embargo, el documental “Dos Patrias…” es un filme engañoso y manipulador. Desde el primer plano hasta el último, cada personaje lee fragmentos de la obra del escritor cubano Reinaldo Arenas (Holguín 1943-Nueva York 1990), con referencia a los momentos más oscuros de su quehacer literario. Su obra literaria inicial, publicada en Cuba, es reconocida dentro de las letras cubanas contemporáneas de los años 60 y de comienzos de los 70 del pasado siglo y algunos especialistas la enmarcan dentro del neobarroco cubano.

La utilización de Reinaldo Arenas resulta en gancho fácil para la comercialización de este filme y remarca la asociación perniciosa y casi refleja que se tiene sobre la homosexualidad en Cuba y la figura de este personaje retorcido, inadaptado y sociópata, que se ha hecho tristemente célebre desde la publicación de su autobiografía “Antes que Anochezca” . Para muchos es conocida la versión cinematográfica de este bodrio panfletario y pseudoliterario (“Before Night Falls”, Julian Schnabel, 2000), empeño aún más fallido y mentiroso de convertir a Reinaldo Arenas en una especie de “loca mártir anticastrista”.

Resulta así mismo repulsivo e inaceptable que el documental tenga un título como este. Puede que su director no sepa, allá en Europa, el significado del poema original de nuestro apóstol José Martí “Dos Patrias”, escrito en el destierro en los tiempos de la dominación colonial española y que Reinaldo Arenas tomó para escribir, en 1986, otros versos, esta vez sórdidos y antipatrióticos, cuya última estrofa se explica por sí sola:

“(…)Si ésa es la patria (la patria, la noche)que nos han legado siglos de egoísmo, yo otra patria espero, la de mi locura.

Pero, ¿es Reinaldo Arenas el punto de referencia de la discriminación a la homosexualidad en Cuba? Sin negar en lo absoluto la compleja época que le tocó vivir a este malogrado escritor, como en muchas otras regiones del mundo, en Cuba se discriminó a muchas personas homosexuales. El contexto internacional a finales de los años 1960 nos lleva a recordar los sucesos de Stonewall en la ciudad de Nueva York, con el precedente en la década de 1950 cuando muchos homosexuales sufrieron persecución durante el Macartismo.

En nuestro país se cometieron errores en el tratamiento a los homosexuales por la aplicación de políticas sexistas y machistas además de que en esa época la homosexualidad era considerada un trastorno y una enfermedad psiquiátrica por las ciencias médicas. Muchos de los escritores y artistas sufrieron los efectos del llamado “quinquenio gris”. En un amplio debate realizado recientemente con los intelectuales se analizaron las condiciones y contradicciones que llevaron a este problema. Muchos de los artistas y escritores que tuvieron estas vivencias permanecieron en Cuba y hoy sus obras gozan de reconocimiento nacional e internacional. ¿Nos preguntamos por qué no resulta de interés conocer sobre estas personas, muchos de los cuales aun brindan lo mejor de sí?

La saga de “Antes que Anochezca” no es más que un intento de seguir politizando el tema de la diversidad sexual en Cuba. Es un sustrato útil para las campañas políticas anticubanas.
El tratamiento de la homosexualidad en Cuba en nuestros tiempos no es un problema político, es un fenómeno sociocultural que, en consecuencia, evoluciona lentamente pero con resultados palpables y con una situación mucho más favorable que en otros países de la región con antecedentes históricos similares.

Es lamentable que los elementos positivos del documental, expuestos al inicio de este trabajo, se malogren con una reiterada referencia a este personaje, totalmente fuera de contexto en nuestra realidad. Nuestro país tiene aún mucho que avanzar en materia de respeto y reconocimiento a la diversidad sexual y, aunque algunos se empeñen en negarlo, tenemos instituciones y personas trabajando arduamente por lograrlo.

Afortunadamente para muchos de las cubanas y los cubanos que formamos parte de la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros, Reinaldo Arenas no es un ícono. Para nosotros Cuba es una sola patria.

**

Dos Patrias
José Martí

Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento
que en la mano le tiembla! Está vacío
mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora
de empezar a morir. La noche es buena
para decir adiós. La luz estorba
y la palabra humana. El universo
habla mejor que el hombre.
Cual bandera
que invita a batallar, la llama roja
de la vela flamea. Las ventanas
abro, ya estrecho en mí. Muda, rompiendo
las hojas del clavel, como una nube
que enturbia el cielo, Cuba, viuda, pasa...