Mi post más reciente «El Papa Francisco me simpatiza, pero…» no se ajusta al contexto del discurso de Su Santidad en las Naciones Unidas. Su contenido se inspira en una nota de prensa sobre una declaración de la reconocida organización chilena por los Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
En ningún momento el sumo pontífice se refirió a la homosexualidad en su discurso. Los temas comprendieron la dignidad humana, el respeto a la vida, el desarrollo humano, la protección del medio ambiente, la lucha contra la pobreza, la omnipotencia de minorías humanas, los conflictos bélicos y los derechos humanos, entre otros.
El segmento en cuestión dice:
"Sin el reconocimiento de unos límites éticos naturales insalvables y sin la actuación inmediata de aquellos pilares del desarrollo humano integral, el ideal de «salvar las futuras generaciones del flagelo de la guerra» (Carta de las Naciones Unidas, Preámbulo) y de «promover el progreso social y un más elevado nivel de vida en una más amplia libertad» (ibíd.) corre el riesgo de convertirse en un espejismo inalcanzable o, peor aún, en palabras vacías que sirven de excusa para cualquier abuso y corrupción, o para promover una colonización ideológica a través de la imposición de modelos y estilos de vida anómalos, extraños a la identidad de los pueblos y, en último término, irresponsables. La guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente. Si se quiere un verdadero desarrollo humano integral para todos, se debe continuar incansablemente con la tarea de evitar la guerra entre las naciones y entre los pueblos."
Mi principio es comprobar las fuentes y esperar el tiempo necesario antes de citar. Lamentablemente confié en el reportaje sobre la declaración de Movilh y mi lenta conexión por modem impidió acceder al discurso original (ahora tengo internet en casa, pero con menor acceso a cualquier página por la lentitud de la conexión).
Pido disculpas por lo ocurrido. No es justo ni ético citar a persona alguna fuera de contexto. Desde mi propia experiencia sé muy bien lo que eso significa.
No obstante, mantengo mis criterios e interrogantes enunciadas en el post en relación a la Iglesia católica y su doctrina sobre el cuerpo, los géneros, las sexualidades y los parentescos.
Pecaría de ingenuo si creyese en bellas palabras que se estrellan contra milenios de ignominia y oscurantismo. Reitero: me simpatiza el Papa Francisco, pero no le creo cuando se sexualidades y géneros se trata. [Centro Habana, 29 de septiembre de 2015]