6/06/2011

Hombre transexual cubano de 61 años cumple su sueño de reasignarse y cambiar DNI

 

Juani Santos se operó a principios de este año y logró cambiar su nombre en el carnet de identidad.

 

EFE-. A sus 61 años, Juani Santos ha cumplido el sueño de ser un hombre "normal" tras convertirse en uno de los transexuales pioneros de las cirugías de cambio de sexo en Cuba, aprobadas por el Gobierno de Raúl Castro en junio de 2008.

De constitución pequeña y bigote, Santos explicó en entrevista con EFE que fue operado a inicios de este año y es uno de los dos transexuales cubanos que han cambiado su sexo de mujer a hombre mediante las operaciones promovidas por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

"Fue lo que toda mi vida anhelé, era lo que necesitaba como persona. No hay nada más maravilloso que poder identificarme como un hombre normal porque yo soy un hombre heterosexual", dijo Santos, quien nació y vivió durante décadas con el nombre de Juana en la provincia de Matanzas.

En realidad, Santos se las ingenió para ocultar y modificar ese nombre por el de Juani con la misma entereza con que rompió todos los vestidos que su madre intentó que usara y afrontó las burlas por su condición de transexual.

"Yo me he considerado siempre, desde que nací, un varón. Nunca me creí un homosexual. Mucha gente pensaba que sí lo era y eso me ofendía", relata. Según recuerda, pasó su infancia adorando a su padre, vistiendo pantalones y jugando sin camisa y sin zapatos con los chicos del barrio en plena calle.

Abandonó la escuela en quinto grado, cuando le exigieron usar uniforme femenino, y de adulto continuó sus estudios gracias al apoyo de un jefe que convenció a los maestros para que lo incluyeran en las listas como "Juani" y sepultaran su nombre de pila."Hubiera querido ser ingeniero, pintor, restaurador. Pero mi nombre me dificultó mucho las cosas", indica Santos, quien trabaja en una fábrica de metales de Matanzas desde 1970.

Ese año marcó en Cuba el inicio del periodo conocido como "quinquenio gris" por la "caza de brujas" contra intelectuales y artistas acusados de homosexualidad o "desviacionismo ideológico" y que recrudeció la homofobia en el país.Al narrar su vida, Santos intenta omitir los sinsabores y se centra en quienes lo han querido y ayudado, desde su familia y compañeros hasta Mariela Castro, directora del Cenesex e hija de Raúl Castro.

Santos viajó en 2009 junto a Mariela Castro a Copenhague para representar a Cuba en la Conferencia Internacional LGTB (gays, lesbianas, bisexuales y transexuales) sobre Derechos Humanos, y asegura que en 2004 la especialista le prometió que lograría su cirugía de cambio de sexo.Y así sucedió. Hace tres años, el Gobierno aprobó una resolución para permitir esas operaciones, donde solo existía el precedente de una cirugía de hombre a mujer en 1988.

En 2008 se divulgó que unos 30 transexuales podrían ser beneficiados con el procedimiento gratuito, en caso de desearlo, y ese mismo año comenzaron las cirugías de masculinización y feminización, previas a las de modificación sexual, a cargo de un equipo asesorado por especialistas belgas.Mariela Castro dijo a la prensa en 2010 que ya se habían realizado unas 15 cirugías, a pesar de su política expresa de no divulgar los costos ni la cifra exacta de operados hasta llegar a la meta de 30.

 

Leal a esa estrategia, Juani Santos no da más detalles sobre su operación, solo precisa que fue a inicios de este año en La Habana y que aún le faltan otras "más sencillas".La cronología de su transformación comenzó en 1978 con una primera operación para reducir pecho, y una década después vivió un importante cambio cuando el Cenesex facilitó que le modificaran el nombre de pila en su documento de identidad.

 

"Con el cambio de nombre recuperé a parte de mi familia. Fue un alivio", resalta Santos, quien ve a su hermano mayor de 67 años, Fernando, como un ejemplo de lo que sucedió.nFernando llegó a pensar que la actitud de Juani era una "aberración" y en su infancia le prohibió usar pantalones y quemó todos los que guardaba en el guardarropa. Pero en los últimos tiempos es él quien ha acompañado a Juani en el tratamientos y cirugías y habla con la prensa con el mismo valor que lo hace su hermano.

 

"Para nosotros, la mujer a la que él sustituyó, murió. Cuando alguien a quien conocemos desde hace años nos pregunta por ella, decimos que falleció, porque murió espiritualmente", explica a EFE Fernando. Santos solo lamenta que en Cuba no se apoye más el "maravilloso" trabajo que ahora lidera Mariela Castro y espera que las reformas legales que intenta a favor de los derechos de los homosexuales y transexuales se concreten pronto, para que otros no sufran lo mismo que él.

6/02/2011

Cuba contra la homofobia

Tomado de: Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos

Por Leonardo Bastida Aguilar

Este mayo Cuba se ha manifestado nuevamente contra la homofobia. En diversos puntos de la isla, paneles sobre educación sexual, derechos de las personas LGBT, despatologización de las identidades trans y prevención del VIH-Sida reavivaron el debate en la Universidad de La Habana y la Universidad de Oriente. Presentaciones de libros, como la antología de cuentos homoeróticos Instrucciones para cruzar el espejo, comparsas, festivales musicales y puestas en escena hicieron visibles las prácticas artísticas y culturales de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros cubanos.

Las actividades, celebradas principalmente en La Habana y Santiago, contaron con la participación de representantes del gobierno, como el Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Rolando Alfonso Borges; reconocidos personajes del ámbito artístico, entre ellos Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); e invitados extranjeros, como la Diputada alemana por el Partido de la Izquierda, Barbara Holl, y Wilfred Labiosa, dirigente de la organización estadounidense Boston Pride.

El marco que articuló estos eventos fue la IV Jornada Cubana contra la Homofobia, iniciativa educativa liderada por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), su directora Mariela Castro, y colectivos de la diversidad sexual, con el fin de combatir la homofobia y visibilizar la situación de las personas LGBT en la isla. Un punto alto de las celebraciones, recogido por medios internacionales, fue la Marcha Contra la Homofobia, realizada el 14 de mayo.

Alberto Roque, coordinador del grupo Hombres por la Diversidad del CENESEX, habló con el CLAM sobre estas actividades, la apertura del gobierno al tema de la diversidad sexual y las principales reivindicaciones de las organizaciones LGBT cubanas.

¿Cuál es la importancia de realizar jornadas contra la homofobia en Cuba?

La realización de la Jornada Cubana contra la Homofobia forma parte de una iniciativa educativa más amplia, que dura todo el año y es liderada por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), junto a otras instituciones y organizaciones, grupos en el exterior solidarios con la Revolución Cubana, así como la colaboración de organismos de las Naciones Unidas y de algunas representaciones diplomáticas radicadas en nuestro país.

Desde la primera conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia en Cuba, el 17 de mayo de 2007, con el cine debate del filme estadounidense “Boys don´t Cry”, decidimos enfocar nuestro trabajo educativo y de activismo social en señalar la homofobia como el problema y al mismo tiempo se visibiliza un sector de la sociedad discriminado y marginado, como lo son las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

Paulatinamente también hemos llamado la atención sobre los mecanismos que articulan transversalmente todas las discriminaciones, por lo que al reflexionar sobre la homofobia, se hace extensivo hacia la discriminación por género, color de la piel, origen geográfico, entre otras.

Notamos con satisfacción que las y los activistas y más recientemente en los medios de comunicación, se comienza a enfocar estas iniciativas desde el reconocimiento de los derechos sexuales como derechos humanos.

¿Qué tan simbólico es el hecho de que una compañía de hombres vestidos de mujer haya tenido un evento en el Teatro Karl Marx?

Más que simbólico, es el resultado concreto de la Estrategia Educativa por el Respeto a la Libre Orientación Sexual e Identidad de Género. Hemos logrado alianzas con diferentes decisores políticos y gubernamentales. En el contexto actual que vive la nación, el Partido Comunista de Cuba ha dado un espaldarazo público y claro a nuestro trabajo. Este apoyo lo tuvimos desde la primera jornada en 2008, pero el diálogo y el intercambio se han articulado de forma más expedita y sistemática.

Nuestros transformistas y también la actuación de mujeres transexuales y artistas profesionales ya habían ganado espacios en grandes escenarios, con un trabajo digno de encomio. Sin embargo, creo que lo más destacable fue la profesionalidad y la diversidad de todo el espectáculo.


¿Cómo fue posible para los miembros de la comunidad de la diversidad sexual cubana lograr que un gobierno que durante muchos años se dedicó a perseguirlos, hoy en día apoyé estas actividades?

La diversidad sexual involucra a todas y todos, incluyendo las personas heterosexuales. En Cuba, como en cualquier país de la región y también del mundo se persiguieron y excluyeron a las personas que expresaran identidades sexuales no heteronormativas.  Los años 60, 70 y hasta bien entrados los 80 del pasado siglo, estuvieron matizados por la patologización de la homosexualidad.

En Cuba se cometieron injusticias y se institucionalizó la homofobia durante esos años. Ese es un pesado fardo histórico que llevamos y que siempre nos los recuerdan con una deliberada y discriminatoria selectividad política,  sin embargo no se cometieron asesinatos de homosexuales por el estado ni por grupos paramilitares. Lamentablemente esa continúa siendo la triste realidad de otros países de la región en nuestros tiempos.

Nuestro pueblo y nuestros gobernantes, procedentes de ese mismo pueblo, hemos modificando favorablemente nuestra percepción sobre las también llamadas sexualidades marginales. Considero que han contribuido la  despenalización total de la homosexualidad desde 1997, la creciente – pero insuficiente aún- educación sexual de las cubanas y cubanos, la despatologización de la homosexualidad, la dinámica asimilación de los cambios culturales por el pueblo cubano, la incidencia política y las iniciativas educativas desde el Centro Nacional de Educación Sexual, liderada por Mariela Castro, además del encomiable trabajo del Centro de Prevención de la ITS VIH Sida hacia la población de hombres que tienen sexo con hombres desde el año 2000.

Sin dudas las Jornadas han dado la oportunidad de visualizar nacientes liderazgos de las y los activistas involucrados en la lucha por el reconocimiento de los derechos LGBT, muchos de ellos son personas heterosexuales conscientes de la injusticia que implica las relaciones hegemónicas y de poder entre los seres humanos.

¿Qué tanta homofobia pervive en la Cuba actual?

La homofobia en Cuba es proporcional a la pobre erosión del poder patriarcal. Percibo mucha violencia verbal, también se expresa mediante violencia física, aunque no son estadísticamente preocupantes los crímenes de odio basados en orientación sexual e identidad de género.

Aun convivimos con la negación de derechos en la esfera laboral, en los cuerpos armados, en el no reconocimiento de las trans identidades y sobre todo con el silencio, que es en mi opinión el más difícil de desarticular. Ese silencio hace también cómplice a las víctimas de la homofobia.

¿Hacia dónde van las demandas de los colectivos lgbttti en Cuba?

En el momento actual abogamos por el reconocimiento de las uniones legales entre personas del mismo sexo, por la no patologización de la transexualidad y por la aprobación del Decreto Ley sobre Identidad de género.

En la esfera educativa buscamos fortalecer el diálogo con el Ministerio de Educación, la formación de policías y juristas como educadores en diversidad sexual, la formación de jóvenes universitarios, así como fortalecer la formación
de activistas con enfoque de derechos humanos.

¿Qué tan factible podría ser para el colectivo pedir uniones entre personas del mismo sexo?

Pedir las uniones entre personas del mismo sexo absolutamente factible, el reto consiste en que sea  debatido y aprobado por el Parlamento cubano. El reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo está enmarcado en las modificaciones del Código de Familia, ley civil que regula las relaciones hacia el interior de la familia. 

Para nosotros este sería un derecho humano que debe ser reconocido por nuestro estado, es decir, no  requiere ser plebiscitado. Lo anterior no implica que detengamos nuestras iniciativas educativas, que se mantendrán, aun cuando logremos los cambios legislativos por los que abogamos.


Por lo que entiendo, estas jornadas se realizan en diversas ciudades de Cuba, ¿Qué tan importante es llevar estas jornadas a todo el país?

Consideramos que es importante sumar las iniciativas en todas las provincias posibles, puesto que el objeto social del CENESEX es de alcance nacional. Así lo entiende el Programa Nacional de Educación Sexual. Desde el año pasado hemos comenzado a celebrar las actividades centrales en las capitales de provincia, específicamente cada 17 de mayo.


Además de eventos públicos, ¿Qué otras actividades se llevan a cabo, se da información sobre el tema?

Se realizan conferencias sobre diversidad sexual, estigma y discriminación, paneles sobre el reflejo de los temas de la sexualidad en los medios de comunicación, sobre las bases de la Teoría Queer, etc...

El cine club Diferente ha devenido un espacio permanente cada mes, desde la celebración de la Primera Jornada Cubana contra la Homofobia.  Las artes plásticas también se  han sumado a las Jornadas con exposiciones fotográficas y de pinturas donde se aborda la temática de la diversidad sexual.

Se realizan acciones de prevención de las ITS-Sida y se lanzan campañas de prevención relacionadas con el tema, entre otras.

 

Matrimonio, Familia y Educación Sexual en Cuba: ¿Y los Otros Modelos?



Por Alberto Roque Guerra
¡Oh, sorpresa! En mi revisión matutina de las noticias del día me encuentro con dos artículos publicados en los diarios más importantes de nuestro país.
En Juventud Rebelde, diario de la Juventud Cubana, aparece el artículo de opinión Educación sexual, ¿asunto familiar?. Confieso que al leer el titular pensé: que bien, ha puesto el dedo en la llaga. Al sumergirme en la lectura noto que su autor, el profesor y pedagogo, Diego de Jesús Alamino, adopta un enfoque acrítico respecto a la educación sexual hacia el interior de la familia cubana, donde hablar de sexualidad continúa siendo un tabú y los padres no cuentan con las herramientas necesarias para brindar información sobre sexualidad basada en los conocimientos científicos. Lamentablemente lo –mal- aprendido sobre sexualidad  en nuestras familias sigue impregnado de estereotipos machistas y patriarcales que debemos a nuestra milenaria herencia cultural y religiosa judeo-cristiana y africana.
En la familia cubana contemporánea se niega el derecho de las niñas y niños, como sujetos de derecho, a ser educados  en los temas de la sexualidad con enfoque de género y con pleno respeto a la diversidad. Se ignora sobre la capacidad progresiva de aprendizaje de las y los infantes sobre sexualidad. En consecuencia se perpetúan las acciones autoritarias y normalizadoras de los padres al definir desde sus prejuicios y su poder lo que sus hijas e hijos deben o no saber sobre sexualidad, como si la rica y diversa realidad circundante no tuviera influencia alguna sobre la personalidad de cada ser humano.
El artículo tampoco profundiza en el papel de la educación escolar y sobre las resistencias que nuestro sistema educativo impone a la aplicación del Programa Nacional de Educación Sexual en todos los niveles de enseñanza de forma transversal, con enfoque de género, basado en los principios de igualdad y no discriminación y más allá de los contenidos biologicistas y positivistas que predominan en la actualidad.
Me alarma leer en
pleno siglo XXI que el autor diga sin ambages que debe respetarse el “valor” de la virginidad para algunas familias cubanas. Esa es simplemente una muestra del pensamiento medieval que perdura en nuestro imaginario y que se acuña como valor. El control del cuerpo de las mujeres y de las sexualidades todas no será jamás un valor mientras se basen en la desigualdad y el estigma entre los seres humanos. No debemos confundir privilegios con derechos.
Preocupa así mismo que el profesor Diego De Jesús, mezcle el tema de la educación sexual con el matrimonio
al mencionar el artículo de la nuestra Constitución donde se establece como “la unión entre hombre y mujer”. Es una pena que no sea más explícito, pero puedo leer entre líneas y noto que dentro de sus valores personalísimos solamente tiene cabida y legitimidad la educación sexual en el contexto de las familias heteroparentales reconocidas legalmente por el Estado y algunas Iglesias. Esa realidad se subvierte ante nuestras narices con otros modelos de familias también válidos: monoparentales, homoparentales y muchas otras variantes, ejemplo: cuando educa un tío, un amigo, uno o dos abuelos sin contar las uniones consensuales (no legalmente registradas) en muchas de sus variantes.
Si esta es la lógica que sigue una aparente mayoría desde el control social, se viola entonces el artículo constitucional que proclama que las cubanas y cubanos nacemos con derechos, somos iguales y no podemos ser discriminados por ningún motivo. Me atrevo a decir que en este aspecto, nuestra Constitución no es representativa de grupo de cubanas y cubanos bastante numeroso y debe, por lo tanto, se modificada.
Sin dudas, este artículo tiene vasos comunicantes intencionales y muy nítidos con  este otro:
Matrimonio: Protección Jurídica, publicado también hoy en Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.Para avalar el contenido de su artículo,  Ricardo Alonso Venereo cita  a la doctora Olga Mesa Castillo, presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, quien en su charla con el autor,se refirió a la garantía de los derechos económicos y patrimoniales bajo el matrimonio  así como a las potencialidades de desprotección de la prole y del derecho a la biparentalidad por las características de “liberalidad” de las uniones consensuales.
Con el mayor respeto y admiración que profeso por la Dra. Mesa, sin dudas una institución en Cuba sobre Derecho de Familia, considero que su opinión explica claramente la única garantía que ofrece el matrimonio en Cuba: la patrimonial;  de hecho en ocasiones digo medio en serio, medio en broma, que esa institución con fuertes orígenes religiosos debiera llamarse Patrimonio. Sin dudas, lo anterior es cuestionable, puesto que para las parejas consensuales basta con testigos que muestren evidencias de una unión estable para dar curso  a la reclamación de los bienes patrimoniales adquiridos durante la relación de pareja. Si de protección de la descendencia se trata, la ley cubana es clara en la protección de los derechos de las niñas y niños,  independientemente que se trate de matrimonio, unión consensual u otro modelo de parentalidad o maternidad.
Contrasta el contenido del artículo con el silencio ante la creciente necesidad de legitimar legalmente otros modelos de familia, dentro de ellas las fundadas por parejas del mismo sexo, tema también tratado en la  IV Conferencia Internacional de Derecho de Familia, celebrado el pasado abril en La Habana y donde la propia Dra. Mesa abogaba por la discusión y aprobación de las modificaciones del Código de Familia.
Alonso Venereo también exorciza otros de sus fantasmas al referirse al  incremento en un 4.6% del índice de uniones consensuales en Cuba. El autor, va más lejos y concluye con el siguiente párrafo:
Es necesario detener la crisis actual del matrimonio en nuestro país. Hay que educar en la importancia y el sentido de esta unión legal para que las parejas se casen, aun cuando la tendencia universal vaya en sentido contrario. La familia basada en el matrimonio ofrece seguridad, fortaleza y unión. (El destaque es mío)
El autor mira nuevamente a la punta de las ramas al referirse a una supuesta crisis del matrimonio en Cuba y parece no advertir que la verdadera crisis es de valores en las relaciones humanas, hacia el interior de la familia y en la sociedad toda. ¿Cuál es la evidencia científica que avala su afirmación? ¿Cuál es su referente en Cuba de que otros modelos de familia no son válidos o legítimos? Su discurso me recuerda a las posiciones  adoptadas por la falange franquista - católica del Partido Popular cuando se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en España.

No me sorprende que no mencione en ningún momento la palabra amor, quizás por manida o cursi, pero tan necesaria en estos tiempos. También agregaría yo: comprensión, comunicación, empatía, igualdad, respeto, solidaridad y cultura de paz. Sin estos valores jamás habrá seguridad, fortaleza ni unión. Si se le llama matrimonio a las múltiples y legítimas familias basadas en estos principios, bienvenido sea, al igual que el resto de los modelos. (2/06/2011)
 

5/23/2011

Cuba: Una ley para todas las familias

 

Por Sara Más

 

La Habana, mayo (Especial de SEMlac).- Si finalmente se aprobara en Cuba una ley que legalizara las uniones entre personas del mismo sexo, aún pendiente de discusión en el parlamento, Luis Enrique Mederos estaría entre quienes no dudarían en beneficiarse con esa posibilidad.

 

“No es solo una aspiración para que se reconozcan como válidas las relaciones entre personas homosexuales, es también una necesidad para garantizar su protección patrimonial”, aseguró a SEMlac este diseñador gráfico de 42 años, residente en la capital cubana.

 

Legalizar una relación que ya remonta unos 10 años sería la única posibilidad que tendrían Mederos y su pareja para que uno de los dos pudiera heredar y disponer, en caso necesario, de los bienes materiales que han ido creando juntos en años de trabajo y convivencia.

 

“Sería también una forma de ayudar a la aceptación en las familias y la sociedad”, agrega Mederos, para quien ese reconocimiento legal funcionaría  también, de algún modo, como un amparo social.

 

Aunque no está escrito ni prohibido en ninguna parte, él ha vivido la experiencia, por ejemplo, de que su pareja no fuera bien recibida en el hospital, alguna vez, cuando debió estar internado. “No me lo dijeron directamente, pero me sugirieron que fuera a cuidarme alguien de mi familia, ¿es que acaso mi pareja no es la familia que elegí?, ¿quién mejor para cuidarme que la persona que vive conmigo?”, se pregunta.

 

Con criterios a favor y en contra, el tema del respeto a la diversidad sexual ha irrumpido con fuerza, una vez más, en las calles y conversaciones cotidianas por esta isla del Caribe, mientras se hace más visible la comunidad de gays, lesbianas, trans y bisexuales (LGTB), en medio de la Cuarta Jornada nacional contra la homofobia.

 

Con posturas encontradas y por ratos radicales, emergen argumentos como que las relaciones entre personas del mismo sexo pueden existir, pero no hay por qué estimularlas ni estarlas exhibiendo, si hasta hora “han permanecido existido en la intimidad y no han hecho falta en la calle”, como comentó a SEMlac un joven universitario.

 

Mientras en la isla caribeña este sigue siendo un tema en discusión y que encuentra no pocas resistencias, el 6 de mayo último fue reconocido en Brasil el derecho a la unión civil. Ese país se agregó a Colombia, Ecuador y Uruguay, entre las naciones latinoamericanas donde gays y lesbianas tienen derecho a la unión, así como a las iniciativas previas de Argentina y el Distrito Federal de México, que han reconocido el matrimonio homosexual.

 

Sin noticias concretas aún sobre el curso que llevará la propuesta legislativa en Cuba, especialistas y activistas de la comunidad de lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB) abogan no solo por divulgar más los pormenores de tales modificaciones, sino porque se entienda el valor humano que encierran.

 

“Los cambios propuestos al Código de Familia en Cuba no benefician solamente a grupos y personas específicas”, precisó durante una disertación, a mediados de abril, la jurista del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Zulendrys Kindelán. “No se trata entonces de promulgar una ley aparte para la comunidad LGTB, sino de un Código para todas las familias”, sostuvo.

 

Promovido por la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión de Juristas de Cuba, el proyecto de modificaciones ha contado con aportes de varias instituciones, incluidos centros de estudios de la Educación Superior, el Ministerio de Educación, el Centro Nacional de Educación Sexual, el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, el Centro de Estudios de la Mujer y las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia.

 

Más allá de las propuestas alusivas a la diversidad sexual, entre las nuevas modificaciones se atempera el lenguaje a las exigencias de la Convención de los Derechos del Niño, se erradica la alusión a “menores de edad” por las de niñas, niños y adolescentes, que indica mejor las diferencias en etapas de desarrollo.

 

Igualmente se amplía el contenido de la patria potestad y se incluyen nuevos tipos; se elimina la preferencia por la madre para otorgar la guarda y cuidado en los casos de divorcios.

 

Además, se establecen derechos de comunicación familiar de abuelos, abuelas y otros parientes y se introducen nuevos títulos, como la asistencia a madres o padres en circunstancias especiales, la asistencia a personas adultas mayores y discapacitadas.

 

La idea es actualizar un Código de Familia que fue promulgado en 1975 y, en su momento, fue uno de los más avanzados de la región. “Las modificaciones relativas a la diversidad sexual e identidad de género abarcan solo un tercio entre importantes cambios que se proponen”, precisó Kindelán.

 

En ese capítulo se ha incluido el reconocimiento legal a las uniones del mismo sexo y la referencia expresa de que la familia es el primer eslabón responsabilizado con garantizar el apoyo y protección a las personas LGTB, independientemente de su orientación sexual y su identidad de género, pues “es en la familia donde primero encuentran rechazo, en muchos casos, estas personas”, comentó la jurista

 

De aprobarse el código en esos términos, será ilícito o contrario de derecho el actuar de un padre que excluya de los aspectos familiares a su hijo,  “porque no le gusta” o “es diferente”.

 

“No es mi caso, pero todavía hay muchas personas que sufren el rechazo de padres, hermanos y otras personas de la familia”, aseguró Mederos, activista del grupo Hombres por la Diversidad (HxD), quien recordó el caso de un padre arrepentido que acudió a esa agrupación intentado establecer el paradero de un hijo gay, al que había expulsado hacía dos años de su casa.

 

El proyecto legal no plantea el matrimonio homosexual, pues la intención no es agredir los cánones jurídicos establecidos, como la constitución, que fija el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. En materia de derecho, ninguna otra norma legal debe contradecirle.

 

En este caso se propone considerar legales las uniones de personas del mismo sexo, lo que significaría que, al tener efecto legal, a sus integrantes les corresponden todos los derechos que tocan igualmente a las uniones matrimoniales o legales, incluidos los personales y patrimoniales.

 

“No es cuestión de capricho, sino de derechos”, opina Mederos, partidario además de que las leyes ayudan, pero no bastan. “No creo que el cambio y la aceptación a nivel social sean tan rápidos: además de la ley, se necesita tiempo, educar a las personas, convencerlas; llevará muchos años”, asegura.

 

El código de familia tampoco resuelve el tema del cambio de identidad de las personas transexuales, incluidos sus documentos registrales, aunque sí las favorece al plantear como principio el respecto a su felicidad, con la familia como espacio de protección y soporte.

 

En materia de adopción tampoco es específico, mientras socialmente se mantiene una práctica de asociar el beneficio de los niños con la heteronormatividad.

 

No incluye, por otra parte, alusiones a los servicios de reproducción asistida, que en Cuba se avienen a criterios estrictamente a casos relacionados con patologías clínicas.

 

De cualquier modo, las leyes protectoras son muy necesarias, pero no suficientes. “No se trata de imponer, sino de convencer. Aunque sea un camino largo, queremos llegar por convicciones, educar a la gente; y quienes legislan son parte de la población”, aseguró la directora del Cenesex, Mariela Castro, al comentar el asunto durante la celebración de las IV Jornada Cubana contra la Homofobia.

 

“Este tema no lo va a resolver el Código de Familia, pero sin duda va a trazar, si se aprueba, una pauta muy importante en la sociedad”, opina Mederos.

5/09/2011

¿Por qué una jornada cubana contra la homofobia?

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Una jornada contra la homofobia desarrolla en todo el país el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), para contribuir a la educación de toda la sociedad, con énfasis en la familia, en el respeto del derecho a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género, como ejercicio de la equidad y la justicia social.
En 1974 la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó de su Manual de Clasificación de Enfermedades Mentales a la homosexualidad y bisexualidad, y otras sociedades científicas en el mundo asumieron también esta concepción, finalmente aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17 de mayo de 1990. Por tal motivo se ha escogido esta fecha para conmemorar el Día Mundial contra la Homofobia.
En este contexto, el CENESEX, según consigna en su página web, con el apoyo de varias instituciones del Estado, del Gobierno y la sociedad civil, convocaron a la realización de un programa de actividades educativas y culturales dirigidas a sensibilizar a las personas en los aspectos relacionados con los estigmas y todo tipo de discriminación por orientación sexual e identidad de género.
El término homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra las personas homosexuales (lesbianas y gays). Estas ideas y sentimientos se hacen extensivos a las otras expresiones de la sexualidad humana diferentes a la heterosexualidad. En consecuencia se denomina bifobia cuando ocurren contra las personas bisexuales (orientación erótica hacia ambos sexos) y transfobia en el caso de las personas transgéneros (travestis y transexuales).
Las actitudes homofóbicas, bifóbicas y transfóbicas se expresan en un variado y amplio espectro de prácticas, que abarcan desde silenciar cualquier mención o referencia a la persona marcada, obstaculizar su libre desarrollo, ofenderla verbalmente y llega hasta la aplicación de la violencia física extrema.
En algunos países se considera un serio problema por los crímenes de odio que se cometen contra estas personas, y se correlacionan y complementan estrechamente con la xenofobia, el racismo y el fascismo.

Opiniones sobre la diversidad

Como expresó el profesor Wilfredo Mederos en el Panel Diversidad sexual sin discriminación, "la lucha por el respeto a la libre orientación no depende solo de aquellos que deciden asumir una orientación homosexual, depende de todos, de una manera u otra, todos en este mundo estamos implicados en ello, desde nuestra condición humana, la homofobia nos afecta a todos, no por igual, pero nos afecta, nos limita la vida, impide nuestro desarrollo profesional y humano y es responsabilidad de todos eliminarla. Cada cual tiene derecho a decidir su preferencia sexual sin que ello implique riesgo alguno para su felicidad ni para la felicidad de quienes lo rodean".
Otro participante en ese mismo Panel, Camilo García, llamó la atención sobre muchas otras expresiones de la homofobia que también hacen mucho daño y que en muchas ocasiones hacen sentir a la gente sin salida, contra las que tenemos que luchar todas y todos, en todo momento (y me incluyo a mí mismo, dijo, porque yo también nací y crecí en una familia y una sociedad machista, donde interiorizamos la homofobia como algo habitual).
Esas expresiones —dijo— son los casos de burla y choteo, en centros de estudio o trabajo; los chistes discriminatorios, en presentaciones supuestamente humorísticas que buscan la risa fácil; la exclusión de puestos de trabajo o de tareas estudiantiles y laborales, por el aquello de "¡¿cuál va a ser la imagen que van a tener de nuestra empresa?!"; las medidas arbitrarias contra personas por su forma de lucir, sus gestos, sus ropas o sus gustos, por estar situados en lugares supuestamente "sospechosos", por hacer cosas supuestamente "prohibidas" en regulaciones que no existen.
Y agregó: "Todas y todos tenemos que saber comportarnos, en todo momento. Heterosexuales, homosexuales, travestis¼ la educación, la responsabilidad y el respeto tienen que formar parte de nuestras vidas, para todas las personas por igual. Pero todas y todos también tenemos el derecho a expresar nuestra sexualidad, sin imposiciones de patrones hegemónicos que nos indiquen el "cómo" o el "cuánto". También tenemos que aprender a convivir con la forma de expresarse de las personas, siempre que no le falte el respeto a nadie, sin que necesariamente indiquen algo "inmoral" o un "mal comportamiento".
Esta IV Jornada Cubana contra la Homofobia, que concluirá el próximo día 17, hace énfasis en el elemento educativo con el objetivo de que el ejercicio pleno de los derechos sexuales de hombres y mujeres en sus diferentes contextos de actuación, sin exclusión por su orientación sexual o identidad de género, no se reduzca a un solo momento del año, sino que forme parte del ejercicio diario de la justicia social.
El CENESEX, que dirige la doctora Mariela Castro Espín, es una institución docente, investigativa y asistencial, en el área de la sexualidad humana, abierta a la búsqueda científica, al intercambio de experiencias y al diálogo de saberes. Su misión es gestionar la aplicación de la política cubana de educación sexual al coordinar la participación de entidades y organismos que se encargan de la comunicación social, el trabajo comunitario, la educación, la orientación y la terapia sexual para contribuir a que el ser humano viva su sexualidad de forma sana, plena, placentera y responsable, porque como dice el lema central de esta jornada: Diversidad es humanidad.

 

5/08/2011

Televisar la homosexualidad en Cuba

Televisar la homosexualidad en Cuba

Redacción IPS/Cuba

Es muy polémico el trato a la homosexualidad en la TV cubana. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 3 mayo — Aunque la televisión cubana se ha acercado un poco al tema de la homosexualidad, ausencias y tendencias negativas cuando se representan a personas que gustan del mismo sexo prevalecen en este popular medio de comunicación masiva en Cuba, según especialistas.

Convocados por la no gubernamental Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes), profesionales de la psicología, medicina y comunicación debatieron a finales de abril sobre “La sexualidad que miran nuestros medios” en la Casa del ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas), en la capital cubana.

Alberto Roque, médico y activista gay, opinó que en la mayoría de los espacios televisados donde aparecen personas homo se les victimiza. “Los vocablos homosexual-homosexualidad están  prácticamente vedados”, dijo el especialista, según un mensaje distribuido la víspera por el proyecto de Diversidad sexual del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

En cuanto al abordaje de este tema en programas sobre la realidad nacional, Roque detalló que se emplean eufemismos y se edulcoran los términos e imágenes para acercarse a la diversidad sexual. Las razones de este hecho radican en que son “lo oculto y lo marginal” dentro de la sexualidad, abundó.

Incluso, especificó, cuando se transmiten programas extranjeros se cortan fragmentos o eliminan capítulos donde aparecen lesbianas, gays, bi y transexuales, o expresiones eróticas desde estas orientaciones sexuales e identidades de género.

Los prejuicios en la televisión al respecto provocan incongruencias como los escasos mensajes de prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida) hacia hombres que tienen sexo con otros hombres, cuando son la población más afectada por la epidemia en la isla caribeña, dijo el también miembro del grupo de Hombres por la Diversidad (HxD).

“Impedir que la educación sexual llegue a los medios y se haga efectiva en todos los niveles de enseñanza es una negación de un derecho sexual como derecho humano”, enfatizó.

Para el psicólogo Manuel Calviño, conductor del programa televisivo Vale la pena, el tema de la homosexualidad simboliza “la manzana de la discordia” a la hora de definir entre reguladores, directivos, realizadores y otros profesionales de la televisión qué se debe y puede llevar a la pantalla chica, que llega a millones de familias cubanas.

En el panel participaron además la periodista y comunicadora Isabel Moya y un grupo de psicólogos integrado por Beatriz Torres Rodríguez, Patricia Arés y Raúl Fuillerat.

 

      Sección Diversidad Sexual
     Centro Nacional de Educación Sexual
            CENESEX    -    Cuba

 

Amores Diversos Piden Legitmidad

Redacción IPS Cuba

Panel con representantes de redes sociales a favor del respeto a la libre orientación sexual e identidad de género. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

HAVANA TIMES, 8 mayo — Mientras la bandera multicolor ondeaba entre las lunetas del cine La Rampa, en el corazón de la capital de Cuba, anécdotas personales sobre cómo construir un amor no tradicional se mezclaron con el reclamo de respeto hacia las sexualidades de todo tipo, en el panel “Amores diversos”, una de las actividades de la IV Jornada Cubana contra la Homofobia.

Moderadas por Raúl Regueiro, asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba, personas trans, lesbianas, gays, bi y heterosexuales contaron, al mediodía del sábado 7 de mayo, historias de vida y los retos que enfrentan quienes deciden amar más allá de la norma heterosexual o apoyan la libre orientación sexual desde su condición de hetero.

Para Yasmín S. Portales, mujer bisexual, construir el más pleno de los sentimientos de forma emancipadora implica alejarlo de la sumisión. Después se requieren espacios para “decirlo en voz alta”, es decir, con “legitimidad”, algo por lo que el activismo cubano debe seguir luchando, comentó la también feminista y bloguera.

Ema Ferrán, una lesbiana que comparte con su pareja el cuidado de su hijo, explicó cómo para defender su amor hacia otra mujer ante la sociedad, además de la construcción de una familia atípica, debió capacitarse para saber dar la respuesta correcta frente a los tradicionales actos homofóbicos y tener una presencia muy activa en la comunidad donde vive.

Por su parte, Beyonce, integrante del grupo HSH-Trans del gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), se refirió a lo importante de preservar y creer en el idilio del amor. Reconoció también que ese gran cariño puede encontrarse en una “familia de amigos”, como aquella de la que recibe tanto apoyo.

Asimismo, Camilo García de Hombres por la Diversidad (HxD) y Wilfredo Mederos profundizaron en aspectos poco abundados dentro de esta temática como el rechazo entre integrantes de la propia comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bi, trans e intersexuales) o cuánto afecta este fenómeno social la vida de las personas heterosexuales.

Conocido por sus allegados como Wilfre, este activista, basado en su propia experiencia, aseveró que la discriminación por orientación sexual y de género limita el desarrollo individual y profesional de los heterosexuales, ya que se les cuestiona sus ideas “diferentes” y liberales en ese sentido o relacionarse con personas LGBTI.

Además, las redes sociales del Cenesex enviaron una carta a la sociedad civil brasileña para felicitarla por la aprobación en este país suramericano del matrimonio entre personas del mismo sexo. En la misiva, leída por el activista cubano Alberto Roque, se abogó por concretar en “un breve plazo” iniciativas que reconozcan los derechos sexuales y reproductivos de estos sectores en la isla caribeña.

Las personas asistentes a la actividad acordaron dedicar la IV Jornada Cubana contra la Homofobia a la liberación de los cinco cubanos presos en los Estados Unidos, acusados de espionaje por Washington y calificados por Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, como “fieles hijos de Cuba y víctimas también de arbitrariedades.

La programación del sábado 7 culminó con la primera presentación de la gala cultural por la diversidad sexual que reunió a destacadas figuras del arte y del transformismo en Cuba, en el teatro Karl Marx, con 5.000 capacidades. “Esta revolución hace mucho más invencible si todos y todas estamos unidos”, dijo Margot, uno de los transformistas que condujo el espectáculo.

 

 

      Sección Diversidad Sexual
     Centro Nacional de Educación Sexual
            CENESEX    -    Cuba

 

3/27/2011

"Transexualidad, fin de la rígida visión entre los géneros", por Hombre por la Diversidad (HxD)

El Grupo Hombres por la Diversidad (HxD) volvió a encontrarse para profundizar en temas de interés para su capacitación, esta vez bajo el título “Transexualidad, fin de la rígida visión entre los géneros”. El Dr. Alberto Roque, coordinador del grupo y miembro de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales fue el encargado de brindar una conferencia y provocar el debate alrededor de esta temática.

Roque inició su presentación destacando el binarismo de género (hombre o mujer) que nos impone la sociedad y la asignación de estos roles, a partir de los genitales con los que nacemos y la construcción de los géneros que de ahí se produce. No pocas situaciones dolorosas provoca esta imposición que genera estigma y discriminación al encasillarnos en estereotipos que debemos seguir al pie de la letra.

Se analizó el papel que tuvo la religión en la regularización de este binarismo de género y en el conflicto que trajo a muchas personas, pues no existe una sola manera de expresar nuestra sexualidad. De hecho, se profundizó en aquellas comunidades aborígenes que en el mundo han sido menos rígidas a la hora de interpretar esta realidad y han venerado a las personas transgénero, algunas de las cuales han perdurado hasta la actualidad, como las “muxhes” del estado mexicano de Juchitán y las sacerdotisas de “doble alma” en Norteamérica.

La pregunta de “¿se nace o se hace transexual?” fue un punto importante de reflexión en la exposición, tomando en cuenta la construcción que se realiza de la feminidad y la masculinidad en nuestras sociedades, a partir de lo cual muchas personas transexuales conceden vital importancia a la necesidad de hacer congruente su cuerpo con el género preferido, a través de la cirugía o el tratamiento hormonal. Esto genera situaciones de sufrimiento a nivel personal, familiar y social de mucha trascendencia, que los convierten en un problema de salud que merece una adecuada atención y solución médica y psicológica.

Esta reflexión sirvió de base para rechazar aquellas interpretaciones que pretenden restarle importancia a esta situación, frente a otras cuestiones de salud que supuestamente tienen más trascendencia. Se enfatizó en que las cirugías de reasignación sexual no persiguen fines cosméticos, sino aliviar la angustia y el malestar que provoca la discriminación hacia estas personas. Igualmente, dio pie para analizar detalladamente la inclusión de la transexualidad en los manuales de enfermedades mentales en el mundo y la necesidad de su despatologización que, hasta el momento, sólo ha sido pedido por la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES) y la Asociación Profesional Mundial de Salud Transgénero (WPATH).

En congruencia con la sugestiva presentación, el debate posterior fue muy rico en cuestionamientos y análisis: desde la forma en que se adaptan las personas operadas a su nueva sexualidad, las posibles situaciones en que no se adaptan y quieren volver atrás, el sufrimiento familiar ante casos de esta naturaleza desde edades muy tempranas –motivados por la transfobia- y la calidad de vida de esas personas tras la cirugía, algo que movió más la discusión, a partir del carácter relativo de la felicidad y la adaptación a los cánones sociales que se nos pretende imponer.

Las preguntas también estimularon a especialistas presentes explicar la propuesta de Decreto Ley para permitir el cambio de identidad de las personas transexuales sin necesidad de recurrir a la cirugía y el trabajo que se realiza en función de la inserción social de estas personas, ante la situación de desventaja social que se genera por el estigma y la discriminación. (18/03/2011)

 

3/25/2011

Cine club Diferente, activismo y cultura del debate

Por Alberto Roque Guerra

Al cine debemos el comienzo de la conmemoración del Día Mundial contra la Homofobia en Cuba. La proyección del filme Los Chicos no Lloran, el 17 de mayo de 2007 en la céntrica sala 23 y 12, con su ulterior debate sobre los significados de la homo –trans- fobia y sobre los crímenes de odio, sentó pautas para incluir esta iniciativa en las celebraciones de la primera Jornada Cubana contra la Homofobia en 2008.  
Desde entonces, el escritor y crítico cinematográfico Frank Padrón, modera mensualmente este espacio en la misma sala 23 y 12.  Su sistematicidad ha enfrentado disímiles desafíos relacionados con la programación cinematográfica, el horario y la disponibilidad de filmes que aborden los temas relacionados con la diversidad sexual. Mantener el balance entre el rigor artístico y la utilidad para el debate ha sido uno de los retos más significativos. 
A lo largo de estos casi 3 años, Frank Padrón ha sabido articular los elementos teóricos sobre sexualidad y los elementos artísticos de cada filme. El espacio ha mantenido una asistencia de público de composición variable, en cuanto a edad, género y orientación sexual.  
Aun cuando usualmente gran parte del auditorio abandone la sala después concluida la proyección del filme, decenas de personas aprovechamos regularmente un espacio donde se vierten e intercambian opiniones sobre el filme en cuestión y en muchas ocasiones se contextualiza su argumento a la realidad cubana. En lo personal he aprendido sobre cine y sexualidad y sobre todo de las ricas experiencias y opiniones de las y los participantes.  
Notamos como en ocasiones los filmes con argumentos más planos o simples devienen en magníficos debates. En otras ocasiones, filmes de alto vuelo artístico han “acallado” algunas voces, pero siempre queda la satisfacción de disfrutar de buen arte y nos deja rumiando sobre la obra que acabamos de disfrutar. 
Lamento la poca asistencia de activistas involucrados en las campañas educativas que se desarrollan en el país por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, lideradas por el Centro Nacional de Educación Sexual, tan empeñados en lograr una cultura de diálogo y de respeto entre nosotros. Casi siempre se deja esta responsabilidad a un pequeño grupo, en ocasiones informal, conocedor de los resortes y herramientas para el buen debate.  
Lamento también que, en dudoso ejercicio de transparencia, algunos se  atrevan a criticar lo que allí acontece con tan solo asistir a dos o tres funciones y ser eternos ausentes del debate. Sean también bienvenidas esas opiniones, porque lo que cuenta es la permanencia del espacio y la necesidad de mejorarlo, enriquecerlo, hacerlo más atractivo y educativo. 
Felicito a Frank por su eterna disposición a colaborar, por su activismo desinteresado, sin divismos ni pretensiones y por permitirnos aprender sobre la cultura del debate que tanto necesitamos.  
A todas y todos, activistas o no, bienvenidos al cine 23 y 12 el tercer martes de cada mes. (25/03/11)


3/24/2011

El Secretario General de la ONU se pronunció ante el Consejo de Derechos Humanos sobre la penalización de la homosexualidad invitando a su derogación

17 de septiembre, 2010. El Secretario General de la ONU llamó hoy una vez más a todos los países que penalizan a las personas por su orientación sexual o identidad de género a tomar las medidas necesarias para abolir esas leyes y promover el respeto a toda la gente.

En un mensaje para la reunión del Consejo de Derechos Humanos sobre violencia y sanciones legales por motivos de orientación sexual –celebrada en Ginebra-, Ban Ki-moon afirmó que nadie debe ser sujeto de tortura o tratos crueles o degradantes, independientemente de sus preferencias sexuales.

"Nadie debe ser procesado por sus ideas o creencias. Nadie debe ser castigado por ejercer su derecho a la libertad de expresión", apuntó Ban en un discurso pronunciado en su nombre por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

Ban sostuvo que las leyes que penalizan a las personas por su orientación sexual o identidad de género violan el principio de no discriminación. Además, propician violencia, ayudan a legitimar la homofobia y contribuyen a crear un entorno de odio, agregó.

Finalmente, confió en que las discusiones del Consejo de Derechos Humanos impulsen el diálogo intergubernamental sobre el tema y creen conciencia sobre la necesidad de reformar las leyes discriminatorias.

3/21/2011

Buena Intención y Mala Educación

Por: Alberto Roque Guerra

El transformismo vuelve a legitimarse como expresión artística con la puesta en escena de Monseñor Bola en la sala Hubert de Blanck.

Dirigida y escrita por Héctor Quintero, la pieza teatral transcurre entre lo biográfico y excesivamente didáctico y se considera un homenaje a la gigante figura de Bola de Nieve en el centenario de su nacimiento.

Los transformistas Jaime Jiménez (Estrellita) y Abraham Bueno (Imperio), convencen en la interpretación de Marian, transexual femenina (Hombre a Mujer). Ellos comparten la escena con actrices y actores profesionales de probada valía.

Lo excesivamente didáctico, sin embargo, no transcurre favorablemente en el tratamiento del personaje transexual femenino (Hombre a Mujer), interpretado alternativamente por Estrellita e Imperio. Desde su primera aparición el personaje transexual menciona haberse sometido a una "cirugía de cambio de sexo". La alusión a la transexualidad se mantiene durante gran parte del espectáculo para movilizar fácilmente la risa del auditorio. Según el argumento, Marian pierde el amor de Margarito –su amante mexicano- por no tener una "vagina original" y  "haber sido abandonada por una mujer de verdad". Los parlamentos entrecomillados desatan en múltiples ocasiones la carcajada del auditorio y se pone en boca de la Madrina, personaje interpretado por la experimentada Candy Quintana.

La Madrina es una persona anciana, simpática, humilde y al mismo tiempo prejuiciada, racista, homo -trans- fóbica y sexista, por lo que resulta preocupante que todo se corone con los aplausos y la hilaridad del público. La obra, desde el rico humor cubano que emana, no resuelve los mencionados antivalores de este personaje.

Es lamentable que la buena intención de Héctor Quintero de apostar por la calidad artística de las mencionadas transformistas no incluya la dignificación de las personas transexuales. Le haría mucho bien al público aprender no solamente sobre la vida de Bola de Nieve, sino también sobre la legitimidad de otras identidades de género y sobre todo reflexionar sobre la necesidad de respetarlas sin renunciar en lo absoluto a un buen rato de humor, actuación y música. (21/03/2011)

1/25/2011

Carta respuesta a Oscar Cuevas Romeros. Parte III

Debate Vs. Difamación y el Sentido de la Responsabilidad

Estimado Oscar,

Después de que el contenido de su correo electrónico viajara de forma expedita de cadena en cadena, un amigo lo calificó como una “joyita”. Imagino que se refería al compendio de homofobia contemporánea que hace palidecer a los estamentos de la Santa Inquisición.

Sus opiniones homofóbicas constituyen un excepcional aprendizaje en la desarticulación de los prejuicios acerca de la diversidad sexual, de la que también usted es parte, por supuesto. Por ese motivo me sentí obligado a separar la hojarasca y centrarme en las cartas anteriores al mencionado ejercicio del debate sobre sexualidad y derechos sexuales. Fíjese que esto se realiza a muy bajo costo y sin gastar un solo centavo del presupuesto del CENESEX.

Hurgando en la hojarasca y a tono con la discusión de los Lineamientos de la Política Económica y Social, hoy dediqué unas horas a averiguar el monto del presupuesto anual asignado a esta institución por el Ministerio de Salud Pública. Las cifras me sorprendieron y mi incredulidad duró muy poco al recibir un mensaje que también trataba el asunto de marras.

Supe que el presupuesto asignado a esa institución anual está alrededor de los 361,300 pesos cubanos. Como a usted solamente le interesan las divisas, le ahorro el cálculo: esa cifra equivale a 14,452 CUC. Sin embargo usted dice: ¿por qué el Cenesex no se ocupa de este tema y destina parte de los millones de dólares que se gastan en campañas por el día mundial contra la homofobia? (…)

Lo anterior me hizo meditar sobre la mentira y el sentido de la responsabilidad al expresarnos en el debate. Estos comentarios resultan sumamente graves, puesto que la mentira, transmitida sin cesar en la red de redes, ha sido utilizada para difamar a una institución del Estado cubano. Su silencio preocupa y en ese sentido consulté también el Código Penal Cubano, que dice textualmente en su capítulo IV, artículo 204:

El que públicamente difame, denigre o menosprecie a las instituciones de la República, a las organizaciones políticas, de masas o sociales del país, o a los héroes y mártires de la Patria, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas.

El sentido de la responsabilidad no limita en lo absoluto la libertad de expresión, ni la polémica constructiva que tanto necesita la Nación. La mentira y la difamación son inaceptables. Creo que, por el momento, no se requiere decir nada más.

Saludos,


Alberto Roque Guerra
25 de enero de 2011

1/24/2011

CENESEX, "la institución de los millones", carta respuesta a Oscar Cuevas Romeros. Parte II

Estimado Oscar:

En mi carta anterior se quedaron algunos puntos en el tintero. Antes de
adentrarme en el tema central de esta, la segunda carta, considero
importante agregar que nosotros, las personas homosexuales, no sólo
trabajamos en el sector de la salud, estamos en todas las esferas de la vida
social de este país. Somos y hemos sido parte indivisible de la historia de
la nación cubana, aun cuando algunos -como usted- se esfuercen en negarlo.

Es por ello que me asiste el derecho a referirme a otros puntos de su
opinión, esta vez desde mi posición de médico y también orgullosamente
homosexual y comunista. La idea central de su opinión es puramente política
y desvía pérfidamente la atención de los temas relacionados con el
reconocimiento y el respeto a la diversidad sexual en Cuba. Sus burdos
ataques a Mariela Castro Espín, al CENESEX y al Sistema de Salud cubano son
más que elocuentes.

De manera confusa y manipuladora usted realiza un paralelismo de los costos
de los tratamientos de la infertilidad y las cirugías de reasignación sexual
(CRS) o de "cambio de sexo". Usted niega el derecho a un grupo reducido de
compatriotas a aliviar el intenso sufrimiento que les produce no sentirse
identificados desde muy pequeños con el género asignado al nacer. Puede que
usted no sepa que en Cuba se atienden a las personas transexuales desde el
año 1979, siempre de forma gratuita y mucho antes de que se introdujeran las
técnicas de reproducción asistida en la segunda mitad de la década de 1980.
Ningún problema de salud es superior ni más perentorio que otro. Nuestro
estado es garante del derecho a la salud de forma universal y gratuita.

Las CRS, el tratamiento psicológico y hormonal que se les brinda a estas
personas no son una opción, una moda, un capricho, ni responde a intereses
cosméticos de estas personas; todos persiguen aliviar el sufrimiento de
ellas como consecuencias de la discriminación familiar, escolar, laboral y
social de la que son víctimas. Es responsabilidad de la salud pública cubana
garantizarlos de forma universal y gratuita.

También es un derecho de las parejas (las parejas de lesbianas también) y en
lo particular de las mujeres, tener acceso a los métodos de reproducción
asistida. Nuestro sistema de salud parece haber garantizado el estudio de su
esposa - y asumo que también lo estudiaron a usted- de forma gratuita.
Lamentablemente este es un servicio muy caro, con tecnología muy
especializada. Adicionalmente, le recomiendo informarse mejor sobre sobre
las complejas determinantes demográficas, económicas y sociales que inciden
en la baja natalidad en Cuba.

Parece gustarle a usted las cifras económicas. No cuento con información
detallada de los costos de ambos procedimientos en Cuba. Solamente le puedo
informar que en el exterior los costos aproximados de la CRS son de 10,000
USD y los de los procedimientos de reproducción asistida fluctúan entre 15,
000 a 25, 000 USD, cuando se utilizan óvulos de donante. Cuando fracasan las
técnicas de fertilización in vitro los costos aumentan de 30,000 a 49,000
USD, por paciente; sin contar con los costos de la infraestructura y de las
facilidades. Ponga usted ahora en una balanza, lejos de sus rencores
políticos, lo que aquí le expongo; sobre todo cuando en Cuba contamos
solamente con 32 personas en espera de las CRS, algunas de ellas desde hace
más de 20 años. Es un golpe bajo criticar la realización de las CRS desde
una perspectiva económica, sobre todo por lo sensible del tema en la
realidad nacional actual.

Es una mentira atroz que el CENESEX recibe millones de dólares en las
campañas contra la homofobia en Cuba. Le emplazo a presentar pruebas de lo
que afirma. Soy testigo de que la mencionada institución realiza todas las
iniciativas educativas con la colaboración de muchas otras instituciones y
organizaciones cubanas en el marco de la Estrategia Educativa por el Respeto
a Libre Orientación Sexual e Identidad de Género. CENESEX desarrolla un
maravilloso trabajo educativo con las mismas limitaciones y restricciones de
recursos humanos y financieros que el resto de las instituciones del sistema
nacional de salud.

El liderazgo de Mariela Castro Espín como directora del CENESEX lo respalda
su loable desempeño como profesional, reconocido a nivel internacional. Su
activismo en incidir en las políticas cubanas sobre la sexualidad no es una
prerrogativa familiar, es parte del objeto social de la institución que
dirige, heredera de las humanistas y avanzadas iniciativas de su madre,
Vilma Espín Guillois.

La acusación de corrupción autorizada e ilegalidad en su último párrafo sólo
hablan de su bajo talante y sus odios sin sentido.

En próxima misiva trataré otro tema referente a su opinión, ojalá y las
personas que facilitan estas cadenas participaran con igual entusiasmo en
este necesario debate.

Alberto Roque Guerra
23 de enero de 2011

--

Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas

Infomed: http://www.sld.cu/

1/22/2011

Carta abierta a Oscar Cuevas Romeros, referente a opinión sobre el programa Tabú, en Pasaje a lo Desconocido.

Estimado Oscar,

He notado que el mensaje enviado por usted al programa Pasaje a lo Desconocido ha comenzado a circular a través de varias cadenas de correos electrónicos. Llama poderosamente la atención que en los programas radiales subsiguientes, en los que Taladrid ha tratado el tema, se dijo que se han recibido cientos de opiniones positivas hacia el programa, pero ninguna ha circulado en cadenas de correos electrónicos… mi sexto sentido me dice que “algo huele mal en el Reino de Dinamarca”. No obstante,  le confieso sentirme feliz por el impacto que ha tenido el programa.

Usted ha divido su opinión en varios bloques,  en cada uno de ellos opina vehementemente sobre temas que le preocupa. Considero oportuno responder - por ahora- algunos de sus puntos.

Su opinión me hace pensar  que  transitamos por el camino correcto en el debate y la reflexión participativa que necesitamos para eliminar todas las formas de discriminación que aún persisten en la sociedad cubana. Taladrid fue cuidadoso con este tema, con preguntas profundas, bien estudiadas. No lo conozco personalmente, pero como periodista debe sentir mucha satisfacción al provocar estados de opinión y reflexiones sobre este tópico en los televidentes. Sin dudas toma distancia de las aburridas y sosas políticas informativas que consideran a los consumidores como una masa homogénea, pasiva y manipulable. El buen periodismo no debe ser complaciente. Lamento su “poca confianza” y al mismo tiempo admiro su coraje al disentir.

Usted dice: “en Cuba no hay manifestaciones de Homofobia”. Su comentario es peligrosamente absoluto, deliberadamente homofóbico y encierra una contradicción evidente. Su carta toda apuesta por el silencio, por ocultar una realidad que niega derechos a muchos ciudadanos y ciudadanas cubanos que no se alinean a las normas rígidas de una sociedad machista, patriarcal y dónde solo tienen cabida la heterosexualidad y dos géneros rígidos, estancos, ¿inmutables?. El SILENCIO es también HOMOFOBIA y ambos DISCRIMINACIÓN. 

En Cuba la violencia física hacia las personas homosexuales y transgéneros  también se silencia. El hecho de que no se haga pública no significa que no exista. Si bien es cierto que es muy raro escuchar sobre asesinatos a estas personas, como lamentablemente sucede en esta parte del mundo por ese motivo, sí persiste la violencia psicológica y verbal. Lamentablemente no sabemos –con enfoque académico y científico- los resortes ni las articulaciones de las discriminaciones  por orientación sexual e identidad de género en la Cuba profunda, periférica. Tampoco se han tipificado los crímenes de odio en nuestro país, ni siquiera existe consenso internacional sobre esta problemática.

Sin embargo, en la cotidianidad  convivimos, en muchas ocasiones pasivamente, muchas actitudes y pensamientos discriminatorios hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) y también entre estas personas y hacia las personas heterosexuales. En las escuelas los niños y niñas que muestran amaneramiento o incipientes roles de género diferentes al sexo asignado al nacer sufren de agresiones verbales, en ocasiones físicas. Muchas y muchos son condenados al aislamiento y a la exclusión. La situación es mucho más compleja cuando los maestros y maestras no cuentan con las herramientas necesarias para lidiar con estas situaciones y se ven obligados a actuar desde sus prejuicios.  Los temas relacionados con la educación sexual y sobre la diversidad sexual en lo particular no se imparten en los programas curriculares de los estudiantes y profesores. A pesar de que estos contenidos están incluidos en el Programa Nacional de Educación Sexual. A propósito, quisiera agregar que no se trata de enseñar a las y los educandos a ser homosexuales o travesti. Esto es imposible y no está comprobado desde el punto de vista científico. La escuela es responsable de transmitir valores humanos, sobre todo de igualdad y no discriminación, principios básicos para la creación de una cultura de derechos humanos que debe comenzar desde edades tempranas.

Las bases de la homofobia escolar se aprenden en la familia. La palabra destacada obedece a que los estigmas y la discriminación son culturalmente aprendidos. Desde las primeras horas de nuestra existencia nuestras familias nos moldean de acuerdo a los papeles de género (masculino o femenino) socialmente permitidos. A las personas se les  adjudica  poderes en dependencia del aspecto de los genitales. Quien no encaje en esas normas está destinado a sufrir de incomprensión, rechazo y discriminación dentro de su propia familia. Las madres y los padres sufren de mucha angustia ante esta contradicción. Algunas de las víctimas han acudido al suicidio como única salvación. Si usted no ha identificado a alguna familia conocida o no conoce de casos como esto, hágalo saber al CENESEX, puede que se identifique el primer barrio modelo referencial de Cuba. Se dará cuenta entonces que, con lo aquí dicho, no hay “tormenta en vaso de agua” alguna, más que eso: lamentablemente vivimos en  las aguas engañosamente tranquilas de la discriminación y la simulación.

Otra penosa realidad es que las y los homosexuales no podemos pertenecer oficialmente a ningún cuerpo armado. No existe lógica alguna en este punto. Desde el surgimiento de la nación cubana muchas personas catalogadas como homosexuales blandieron el machete en los campos de batalla. Asociar la orientación sexual o la identidad de género a la moral o la ideología no tiene basamento científico alguno. Ser patriota no guarda relación alguna con nuestros cuerpos o con quien (o quienes) decidimos compartir nuestra vida amorosa y nuestro erotismo.

También nos vemos obligados a guardar absoluto silencio sobre nuestras sexualidades en el puesto de trabajo. Aun así, somos blanco de comentarios, burlas y actitudes discriminatorias, sin contar con el acoso laboral. Las y los administrativos niegan el empleo, en franca violación de la Constitución y leyes laborales, a las personas travestis y transexuales, que se ven obligadas a recurrir al trabajo sexual o a empleos “no formales”. Esto ocurre también con muchas personas transgénero que a duras penas llegan a graduarse como profesionales o técnicos. Usted probablemente me dirá que la expresión de la sexualidad tiene que estar restringida al ámbito personal o privado. Sin embargo, le respondo que la sexualidad nos acompaña en todo momento de nuestra existencia y es un derecho inalienable expresarla. Lamentablemente, en la Cuba de hoy esto solamente parece ser un “privilegio” de hombres heterosexuales y en menor medida de las mujeres heterosexuales. Ellas también tienen limitaciones para “contar sus experiencias sexuales” o para piropear a los hombres, todo gracias a la opresión del género masculino dominante.

Usted dice, en artero ataque homofóbico hacia el sistema de salud cubano, que “si hubiera homofobia no habría personal disponible en los hospitales”. Mito al fin, contrasta con la mayoría de personas heterosexuales que trabajan en el sector de la salud, ámbito que tampoco escapa de los efectos de la homofobia. Se lo dice un profesional, que ejerce la medicina hace 17 años y trabaja en un hospital con casi 3000 trabajadores.

Resulta pretensioso hablar en nombre de todos los cubanos cuando se refiere a la tolerancia hacia los homosexuales, y puede que tenga algo de razón cuando usted apuesta por el silencio y limitar nuestro derecho a expresar nuestras sexualidades. Le invito a pensar en términos de respeto, igualdad y solidaridad.

Alberto Roque Guerra


 

Reinaldo Taladrid: Esperé a ver la segunda parte del documental  Tabú para hacer, por esta vía,  algunos comentarios del programa y el tema.

 

Primero:  

No era el acostumbrado periodista, hacedor de preguntas difíciles, agresivo, capaz de poner en situaciones difíciles al “especialista del tema”, que interrumpe cuando no le contestan lo que él quiere, que insiste en preguntas polémicas, no, esta vez Pasaje  tenia a un noble “conductor”, con un rostro tímido y diferente, más bien complaciente, asustadizo, con preguntas evidentemente conciliadas con su “oponente”. No debiste hacer ese programa  pues como yo, muchos cubanos perdimos un poco de confianza en ti.

Segundo:

Lo que más me desagrada del tema es el empeño del CENESEX y de Mariela Castro Espín de hacer del este una tormenta en un vaso de agua.  En Cuba no hay manifestaciones de homofobia. El cubano tolera a los homosexuales y transexuales.  Solo irrita el comportamiento grosero de muchos de estos individuos, al igual que al delincuente y antisocial común, cuando no sabe comportarse y cumplir las normas elementales de conducta social. (Si fuera de otra manera los hospitales de nuestro país hoy no pudieran funcionar).

Tercero:  

Mariela Castro, usted querido periodista y yo nacimos en Cuba y no en Europa. Fastidia mucho las contantes comparaciones al tratar el tema de la “libertad de género”, entre Cuba y las tendencias actuales en los países de la “vieja y culta Europa”. Cuba es rumba, tabaco y ron, es el gran ajiaco cultural que nunca fue sazonado con lesbianas y homosexuales.  Ni antes del 59 ni después nos dijeron que “eso era bueno” o que “era normal”. ¿ Cómo empeñarse en un cambio tan brusco en la manera de pensar, en la idiosincrasia y en el comportamiento de estos isleños caribeños que no nos parecemos a nadie más?. Este comportamiento de la doctora Castro Espín provoca más rechazo que adeptos.

Cuarto: 

Mi esposa y yo batallamos durante años para lograr que ésta saliera embarazada. Finalmente no lo logramos aún cuando ella fue diagnosticada como una mujer fértil y el resto de las pruebas fueron satisfactorias. Puede ser que la Dra. Castro Espín  no sepa que solo en la “Capital de todos los Cubanos” existe (en el Vedado)  consultas con tecnología para atender los miles y miles de casos de parejas que no logran procrear, que hay que hacer colas inmensas para lograr que un especialista te atienda.  En mi provincia esta es una de las especialidades más demandadas y a la cual el sistema de salud no le presta la más mínima atención. Sería bueno que la  encumbrada doctora supiera que no todos tenemos la suerte y el dinero del reconocido pelotero Eduardo Pared que para lograr el embarazo de su pareja tuvo que permanecer por un año en México. ¿ por qué el Cenesex no se ocupa de este tema y destina parte de los millones de dólares que se gastan en campañas por el día mundial contra la homofobia  para impulsar un programa de atención a la reproducción en un país donde la mujer no logra ni las tasas de reproducción que garanticen su remplazo?. 

Quinto

Preferiría que se gastara dinero (divisa)  en comprar colchones y pomadas anti escaras para los miles de personas encamadas, o la materia prima que los cientos de medicamentos faltantes hoy en las farmacias demandan, o para mejorar el estado de importantes áreas  hospitalarias, prácticamente en ruina. Preferiría fuertes campañas (con financiamiento, como lo logra el Cenesex) para atender los pacientes y los familiares de la demencia senil, para lograr que las madre parturientas dispongan de culeros desechables, para enfrentar con mas efectividad el tema del consumo de droga, alcohol y tabaco. Cuando estos problemas se estén atendiendo adecuadamente pudiéramos entonces pensar en las operaciones para el cambio de sexo.

ÚLTIMO

Tengo la confianza de que cualquier modificación a la legislación actual que pretenda cambiar los principios y los lineamientos concebidos y aprobados en la actual constitución,  se consultará al pueblo, el que ha demostrado en estos más de 50 años  no estar equivocado.  No creo que a alguien se le ocurra presentar las propuestas que se “cocinan” a la Asamblea  Nacional sin tener la consideración del electorado. Nadie tiene derecho a utilizar recursos financieros del País y que son del pueblo para hacer cuantas campañas publicitarias le de la gana haciendo uso de la fuerza que le confiere el cargo, acaso esto no es desvío de recursos, violación de la legalidad o corrupción autorizada y respaldada?. Otro gallo cantará un dia.

Oscar Cuevas Romeros.

Santa Clara. Villa Clara.